MADRID, 4 Jun. (CulturaOcio) -
La saga Crepúsculo convirtió a Robert Pattinson en uno de los rostros más conocidos del planeta. Pero su papel de Edward Cullen, el vampiro protagonista de la saga de novelas de Stephanie Meyer le dio al actor no pocos quebraderos de cabeza. Y es que, tal y como ha confesado el propio Pattinson, estuvo a punto de ser despedido de la exitosa franquicia de vampiros.
En una entrevista para el diario The New York Times, Robert Pattinson ha revelado que casi fue despedido de la primera entrega cinematográfica de la saga, dirigida por Catherine Hardwicke, debido a su mal comportamiento. "No quería estar besándole el trasero a alguien todo el tiempo", afirma el actor. "No creo que lo hiciera, de todas formas", asegura Pattinson. El intérprete británico pudo conservar su papel gracias a la intervención de sus agentes.
En el año 2012 durante la promoción de la última cinta de la saga, Amanecer: Parte 2, Pattinson ya admitió que casi pierde su papel del vampiro protagonista porque se tomó la actuación en un nivel muy "serio" y comenzó a pelearse prácticamente con todo el mundo en el set del rodaje. "Estaba tan determinado a hacerlo tan serio", afirmó el actor de Agua para elefantes.
PATTINSON EN LA GRAN PANTALLA
Robert Pattinson fue una de las estrellas que acudió la semana pasada al Festival Internacional de Cine de Cannes para presentar Good Time, película dirigida por los hermanos Josh y Benny Safdie en la que interpreta a Constantine Nikas, un ladrón de bancos. A pesar de que el británico no ha recibido ningún premio, su interpretación ha sido alabada por la crítica.
Pattinson es uno de los rostros protagonistas de Z, la ciudad perdida, cinta dirigida por James Grey, que llegó a los cines el pasado 5 de mayo. En la película el británico interpreta a un explorador británico que se embarca junto con su compañero Percy Fawcett (Charlie Hunnam) en una expedición por el Amazonas con el objetivo de descubrir una civilización desconocida.