MADRID, 22 Feb. (CulturaOcio) -
En 2010 Russell Crowe protagonizó Robin Hood, película dirigida por Ridley Scott. El actor dio vida al arquero, un complicado papel para el que tuvo que rodar algunas escenas arriesgadas y que incluso le valió una dolorosa lesión.
En una entrevista con People, Crowe ha rememorado el duro rodaje de la cinta. "Salté del rastrillo de un castillo a un terreno irregular y duro como una roca. Deberíamos haber preparado el terreno y enterrado una plataforma, pero teníamos prisa por hacer la toma por la luz, cada vez más tenue. Con cientos de extras alrededor, flechas volando y calderos prendiendo fuego al castillo, no había forma de retirarse. Mientras saltaba, recuerdo haber pensado: 'Esto me va a doler'", contó.
El actor recordó entonces lo que sintió al caer. "Fue como una descarga eléctrica que recorrió mi cuerpo. Estábamos filmando una película importante, así que luchas por salir adelante, pero el último mes de ese trabajo fue muy complicado. Hubo varias semanas en las que incluso caminar fue un desafío. Nunca hablé de la lesión con producción, nunca me tomé un día libre por eso, simplemente seguí trabajando", confesó.
"Al parecer terminé esa película con las dos piernas rotas. Todo por el arte. Sin escayola, sin analgésicos, simplemente seguí trabajando y con el tiempo se curaron solas", agregó el intérprete.
Robin Hood también contó en su reparto con Oscar Isaac, Cate Blanchett y Max von Sydow, entre otros actores. El largometraje no tuvo una gran acogida y recaudó 321,6 millones de dólares a nivel mundial a partir de un presupuesto de 200 millones. La cinta supuso la quinta colaboración entre Crowe y Scott, que anteriormente habían trabajado juntos en Gladiator, American Gangster, Un buen año y Red de mentiras.
