MADRID, 12 Ago. (CulturaOcio) -
El 11 de agosto se cumplieron 10 años de la muerte de Robin Williams. Una década después de su fallecimiento, Vanity Fair ha entrevistado a algunos de sus compañeros de reparto y seres queridos, desvelando una anécdota que Sally Field vivió junto al actor en el set de Señora Doubtfire.
Durante la grabación, el padre de Field murió. "Nunca antes había compartido esta historia. Estaba en la caravana, fuera de la sala del tribunal donde estábamos filmando la escena del divorcio. Mi padre sufrió un derrame cerebral un par de años antes y estaba en un hospital. Recibí una llamada telefónica del médico diciendo que mi padre había fallecido: un derrame cerebral masivo. Me preguntó si quería que le pusieran el resucitador. Le dije: 'No, él no quería eso. Déjalo ir. Y, por favor, inclínate y dile que Sally le dice adiós'", relató.
La actriz relató que, pese a la mala noticia, regresó al set y trató de continuar trabajando, pero Robin Williams se acercó a ella y le preguntó si estaba bien. Ella le contestó que su padre había fallecido, a lo que el actor respondió: "Dios mío, tenemos que sacarte aquí ahora mismo".
"Y él lo hizo realidad: rodaron sin mí el resto del día. Podría volver a mi casa, llamar a mi hermano y arreglar algunas cosas. Es un lado de Robin que la gente rara vez conocía: era muy sensible e intuitivo", aseguró.
Mara Wilson, que participó en Señora Doubtfire como la hija del personaje de Williams, también recordó al actor. "La gente siempre se sorprende cuando les digo que Robin podía ser muy callado. Cuando tenía nueve años, hicimos una lectura de guion de Más allá de los sueños, poco después de la muerte de mi madre. Se acercó a mí y muy amablemente me preguntó cómo estaba y cómo estaba mi familia, pero no mencionó nada que pudiera haber sido doloroso. Él era simplemente muy dulce", apuntó.
Chris Columbus, director del largometraje, también destacó las habilidades interpretativas de Williams. "La escena en la que se quita el disfraz de Señora Doubtfire cuando llega la trabajadora social fue brutalmente improvisada. Y en la escena final en el restaurante, Sally Field, Pierce Brosnan y los niños no tenían idea de lo que Robin iba a decir", rememoró.
"San Francisco era su ciudad natal, por lo que conocía a muchos de los miembros del equipo de Señora Doubtfire. Al final de la primera semana, se había aprendido el nombre de todos, desde los encargados del catering hasta los asistentes de producción. Hizo que todos se sintieran como si fuera su amigo y los puso a todos de un humor fantástico", agregó el cineasta.