MADRID, 2 Ago. (CulturaOcio) -
La franquicia de Fast & Furious amplía este fin de semana su número de títulos con su primer spin-off, titulado Hobbs & Shaw. La película protagonizada por Dwayne Johnson y Jason Statham es uno de los estrenos veraniegos más esperados. Sin embargo, el estreno tiene a un involuntario protagonista: la serie Juego de tronos. Si algún espectador no ha visto la serie, es mejor que mantenerse lejos de los cines para evitar el tremendo spoiler que el filme de David Leitch realiza del final de la ficción de HBO.
((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))
Tal y como mucho se preguntaban, Hobbs & Shaw sí que contiene escenas post-créditos al finalizar el metraje. Una de ellas (porque hay varias) está protagonizada por un invitado estelar que nadie esperaba: Ryan Reynolds, quien interpreta a un antiguo colega de Hobbs, llamado Locke, que consigue reclutarlo en la lucha contra el "Superman negro" de Idris Elba.
Reynolds también aparece en la segunda de estas escenas. Su personaje, Locke, habla por teléfono con Hobbs. En la misma conversación donde pide ayuda para otra misión secreta, se toma su tiempo para dinamitar el final de Juego de tronos con dos contundentes frases.
En esa llamada, cuenta a su interlocutor la relación incestuosa entre Jon Snow (sobrino de Daenerys) y la propia Targaryen. Deja caer en la conversación que ambos se han acostado junto para que, al final, Jon Snow clave su cuchillo en el corazón de la Madre de Dragones.
Una broma socarrona que dinamita el final de una de las series más populares de la última década, y que pillará por sorpresa a los espectadores que no hayan visto la octava temporada de Juego de tronos.
