MADRID, 25 Oct. (CulturaOcio) -
Slappy, el perverso muñeco protagonista de las historias de terror de R. L. Stine, vuelve a escaparse de las páginas de los libros para sembrar el pánico en el mundo real en Pesadillas: La noche de Halloween. "Solo busco una familia, cariño, comprensión... y destruir el mundo", asegura con pérfida sinceridad el diabólico muñeco.
La nueva entrega de la franquicia basada en la exitosa saga literaria -los libros de Pesadillas llevan vendidos más de 400 millones de ejemplares en todo el mundo- llega a los cines este viernes 26 de octubre. Un filme en el que, en su versión en castellano, Santiago Segura pone voz a Slappy.
CulturaOcio.com tuvo la oportunidad de charlar con ambas estrellas en una divertida -y por momentos incluso inquietante- entrevista en la que Slappy, recién llegado de Los Ángeles, no se mostró muy entusiasmado con la labor de su doblador. "El trabajo de este hombre me ha parecido realmente lamentable", espeta para después lanzar una de sus tétricas risitas.
"No está nada contento, pero no sé qué esperaba... ¿A José Coronado? ¿Pero tú te has visto"?, se defiende Segura que, junto a su ilustre invitado, echó la vista atrás para rescatar sus mejores recuerdos de la fiesta de Halloween.
MANZANAS... CON REGALITO
"Mi mejor recuerdo de Halloween fue aquella vez que salí a repartir manzanas. Estaban recubiertas de caramelo... y dentro llevaban cuchillas de afeitar", revela emocionado el maligno muñeco. "¡Pero Slappy! ¡No des ideas que hay mucha gente mirando!", le reprende Segura que recuerda cómo cuando era niño veía Halloween en las películas de Hollywood y pensaba "qué divertida tiene que ser esa fiesta".
"De pequeño yo no tenía los libros de 'Pesadillas' -la saga arrancó con la publicación de la primera entrega en 1992- pero sí tenía la revista 'Creepy', que aquí se llamaba 'Vampus', y 'Dossier Negro' que eran de terror", recuerda Segura que también reconoce que aunque tenía "muchas pesadillas" y le daban "mucho miedo" no podía parar de leer. "Mi madre un día ya me dijo: 'Hijo pareces un poco tonto, que luego por la noche estás acojonado'. Pero seguí leyendo porque nos gusta pasar miedo", señala.
Lo mismo, dice, le ocurre con Slappy, el muñeco de ventrílocuo que ya apareció en la primera película de la saga. "Slappy genera en mí atracción y repulsión a la vez. Me lo llevaría a casa... si no fuera porque es un actor multimillonario", dice Segura que se declara fanático de los muñecos parlantes. Una admiración que no es precisamente recíproca.
SLAPPY VS CHUCKY
"Yo también me iría con él a tomar algo... pero luego lo dejaría tirado en un callejón cosido a puñaladas", dice entre risas el tétrico Slappy que en esta nueva aventura vuelve a escaparse de uno de los libros de Stine y salta al mundo real con el objetivo de formar una familia y reclutar un ejercito de monstruos para lograr que el terror de Halloween se haga realidad.
"Solo busco una familia, cariño, comprensión... y destruir el mundo", dice la perversa marioneta que, asegura, si se encontrara cara a cara con el otro gran muñeco diabólico del cine, Chucky, la cosa no acabaría muy bien. "No me gusta el sexo con muñecos, así que si me tendría que destruirlo para que solo quedara uno", sentencia antes de recibir una nueva reprimenda de Segura. "Muy bien Slappy, has quedado como lo que eres, un muñeco bochornoso. Menos mal que en la película... se comporta aún peor", avisa.