MADRID, 25 Dic. (CulturaOcio) -
Quentin Tarantino iba a dirigir una nueva entrega de Star Trek. Pero el aclamado director de cintas como Kill Bill o Los odiosos ocho, desechó la idea de explorar los confines de la galaxia en 2019. Y al fin, ha salido a la luz la sorprendente razón por la que decidió abandonar el proyecto.
Star Trek es una de las sagas de ciencia ficción con mayor recorrido tanto en la gran como pequeña pantalla. Y, dicho sea de paso, también es, junto a Star Wars, de las más queridas por los fans. Es más, muchos esperaban que, con su particular estilo y forma de dirigir, Tarantino revitalizase la longeva franquicia que ha sabido reinventarse con el paso de las décadas.
Sin embargo, en 2019, el cineasta decidía que su destino no era llevar a la Enterprise y su tripulación a una nueva aventura por el espacio. Pero tarde o temprano, todo termina saliendo a la luz.
Al parecer, Tarantino, que se encuentra enfrascado con su décimo y último trabajo, The Movie Critic, no quería ultimar su carrera cinematográfica con una película de Star Trek. Pero Mark L. Smith, guionista de El Renacido, cree que habría sido alucinante, e incluso, fuera de toda duda, la mejor de la saga.
Así lo ha desvelado en una reciente entrevista con Collider que arroja algo más de luz a las razones de Tarantino para distanciarse de su película de Star Trek. "No puedo contar nada sobre esta historia. Me mataría. Pero creo que su visión era alucinante. Iba a tener algo de violencia al estilo de Pulp Fiction", comentó.
"Era algo diferente, aunque esta historia tan particular y distinta encajaba con mi estilo", prosiguió. Pero después de comenzar a trabajar en el proyecto e intercambiar ideas, Tarantino comenzó a tener serias dudas al respecto. "Recuerdo que estábamos hablando y dijo: convencerme a mí mismo para que Star Trek sea mi última película... lo último que haga... ¿Es así como quiero terminar?", relató Smith, asegurando, además, que este fue el escollo que impidió al cineasta seguir adelante con un capítulo de la franquicia, que, muy probablemente, jamás llegue a hacerse realidad.