MADRID, 19 Ago. (CulturaOcio) -
No es la primera vez, ni la última, que una decisión equivocada conduce a la mayor de las tragedias en Star Wars. Pero la historia es tan similar a lo ya visto que habrá que pensar que poco aprendió Luke Skywalker de su mentor. Porque al igual que Obi Wan, quien creyó que Anakin era "el elegido" para devolver el equilibrio a la fuerza, Luke también apoyó a un candidato fatal para el puesto: Kylo Ren.
La historia tiene sus ciclos y estos, invariablemente, se repetirán en el futuro. Pero, ¿quién puede culpar al pobre de Luke? Poco o nada se sabe de sus conexiones con Rey. Por ahora. Porque, como admite Mark Hamill en una entrevista a Entertainment Weekly, "una gran parte del futuro de Rey será descubrir su propio pasado: ¿A quién está conectada? ¿De dónde vino? ¿Y por qué fue abandonada?". Pero, claro, las respuestas a esos interrogantes todavía están por revelar.
La travesía, por ahora, se trata de una búsqueda en el pasado. "A medida que intenta recoger sus propias piezas", prosigue Hamill, "ella puede encontrar que encajan bien con los restos de Luke Skywalker. Trabajando juntos, pueden volver a estar enteros". Porque no hay error en esto: Luke no está atravesando, precisamente, el mejor de sus momentos.
SU TIEMPO HA PASADO
Que en la galaxia se haya desencadenado otra guerra civil que ni la derrota del Imperio Galáctico ni el restablecimiento de la República han podido evitar, hace pensar que existen fuerzas oscuras en el espacio a las que ni siquiera Luke Skywalker puede hacer frente. Da miedo pensarlo. En cualquier caso, una verdad queda clara. Él ya no es el elegido. Su tiempo pasó y debe buscar un sucesor. Y aquí vienen los problemas.
"Luke tuvo un error enorme al pensar que su sobrino era el elegido", explica Hamill refiriéndose al aprendizaje Jedi al que sometió al hijo de Leia y Han Solo. Un entrenamiento que potenció el poder del lado oscuro sobre Kylo Ren, y no al contrario. Pero, después de lo visto hasta la fecha, que tire la primera piedra quien esté libre de pecados. Pues Luke, como sus maestros, sólo ha tropezado allá donde otros ya cayeron.
"Invirtió todo lo que tenía en Kylo", continúa el intérprete, "al igual que Obi-Wan hizo con mi personaje. Y es traicionado, con consecuencias trágicas". Por lo tanto, es la responsabilidad que tiene en esos sucesos lo que impide que Luke vuelva a empuñar la espada láser para solucionar el entuerto. "Se siente responsable. Ese es el principal obstáculo que tiene para volver a unirse al mundo y su lugar en la jerarquía Jedi, ¿sabes? Es esa culpa, la de no detectar la oscuridad en él hasta que era demasiado tarde".
EN CINES EL 15 DE DICIEMBRE
Ante estas revelaciones, las teorías sobre el papel de Rey en la trama y su posible relación de parentesco con Luke Skywalker no han hecho sino proliferar entre los fans de todo el mundo. ¿Será ella la elegida? Habrá que esperar para averiguarlo. La octava entrega de la franquicia se estrenará el próximo 15 de diciembre y volverá a estar protagonizada por Daisy Ridley (Rey), Adam Driver (Kylo Ren), John Boyega (Finn), Oscar Isaac (Poe Dameron), Lupita Nyong'o (Maz Kanata), Domhnall Gleeson (General Hux), Gwendoline Christie (Capitana Phasma) y Andy Serkis (Líder Supremo Snoke).
Junto a ellos, viejos conocidos de la saga galáctica como el ya mencionado Mark Hamill, que volverá a dar vida a Luke Skywalker; Anthony Daniels, que interpreta de nuevo al droide C-3PO y la fallecida Carrie Fisher, que por última vez encarna a Leia Organa. Las espadas siguen el alto, con todo listo para que la guerra continúe.
