Steve McQueen ha conseguido con su tercer filme, '12 años de esclavitud', lo que no había conseguido con sus 'Hunger' y 'Shame': un merecido puesto de honor en la cinematografía, tras haberse posicionado como una de las favoritas de los Globos de Oro, la antesala de los Oscar.
La cinta aborda un tema en cierto modo tabú para la sociedad estadounidense que conecta directamente con los orígenes de McQueen. Los antepasados del cineasta británico provienen de Grenada, una isla situada en el Caribe donde un 80 por ciento de la población es descendiente de esclavos africanos.
En CulturaOcio hemos podido hablar con el cineasta acerca de esta película, de su objetivo inicial y de cómo llegó a la historia de Solomon Northup, el relato real en el que se basa este largometraje.
- Aparentemente, parece una película clásica.
- Es clásico, está adaptado de una novela, lo que ya la hace clásica. Pero nunca pensé en cómo quería contar la historia, solo quería que la narrativa saliera de la película y que el público la sintiera, que se convirtiera en el protagonista. Aunque es verdad que el final es muy clásico, pero el medio es muy surrealista, lo que lo saca de lo clásico.
- ¿Cómo llegó a la historia de Solomon Northup?
- Estaba buscando una historia para el tema de la esclavitud. Mi mujer me recomendó indagar entre la documentación que existe y encontré este libro. Para mí fue una revelación total, porque me di cuenta de que no sabía lo que era la esclavitud en realidad. Además, me sentía mal por no conocerlo, pero me di cuenta de que nadie de mi entorno sabía nada de él. Así que se convirtió en mi pasión contar esta historia, que creo que equivale al 'Diario de Ana Frank', pero para América.
-¿Es el suplicio tu marca como autor?
- Solomon es solo un hombre que busca sobrevivir. No creo que mis películas hablen sobre el suplicio, sino que las tres están protagonizadas por tres personajes que están intentando encontrar la manera de negociar en el medio en el que están para encontrar una manera de trascenderlo.
-¿Qué hubieras hecho en la situación de Solomon?
- No tienes elección, estás en un medio del que no puedes escaparte. Si estuviera en su piel yo habría hecho lo mismo que hizo Solomon. Es una película realista. Todos nos imaginamos que si estuviéramos en esa situación seríamos un superhéroe, pero no es verdad. Lo que ocurre en la vida real es que todo el mundo hace lo mejor que puede para intentar sobrevivir, y punto. Imagino que mis antepasados debieron hacer lo que debían para sobrevivir.
- ¿Cómo trabajaste con el protagonista?
- Lo que hicimos fue hablar mucho sobre Valentino y Buster Keaton, para hacer reconocible en su rostro lo que fue reconocible. No quería hacerlo con voz en off porque pienso que el público es inteligente y sabe leer las caras. Así que hablamos mucho de sus ojos y de su mirada, de lo que tenía que contar y lo que tenía que esconder. Uno de los detalles fue que él caminaba de diferente forma a como lo hacía un esclavo del sur nacido en el sur. Son detalles muy sutiles que cuentan lo que le ocurre.