MADRID, 18 Abr. (EDIZIONES)
Amber Heard, la actriz y esposa de Johnny Depp ha sido declarada culpable por un tribunal australiano por falsedad documental cuando -hace ahora ya un año aproximadamente- introdujo sus perros en Australia, para que las mascotas de la pareja pudieran estar con ellos mientras Depp rodaba la quinta entrega de Piratas del Caribe, vulnerando las leyes de biodiversidad del país.
El amor por Pistol y Boo, así se llaman los dos perros de la pareja, les ha costado una fianza de unos 680 euros y una declaración de culpabilidad para Heard, que debe mostrar durante el próximo mes su buena conducta para que la sentencia no quede registrada como condena.
La pareja acudió a la vista en los tribunales de Southport (Australia) después de difundir a través de los canales oficiales del Ministerio de Agricultura australiano, un pintoresco vídeo pidiendo disculpas a las autoridades australianas en particular y al pueblo australiano en general por vulnerar sus leyes de biodiversidad.
En el clip, en el que Depp aparece trajeado, con gesto afectado y asintiendo con la cabeza, la actriz destaca la riqueza y los tesoros de australia, su flora, fauna y sus gentes, mientras que el actor apunta "eso tiene que se protegido". "Declaradlo todo cuando entréis en Australia. Gracias", sentencia Depp mientras vuelve a asentir con su cabeza.
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El pasado año la pareja viajó en su jet privado junto a sus perros de raza Yorkshire Terrier, Pistol y Boo, hasta Australia -donde tenía lugar lugar el rodaje de Pirates of the Caribbean: Dead Men Tell No Tales- y lo hizo sin declarar en aduanas que llevaba a sus mascotas que, por tanto, no pasaron la preceptiva cuarentena de 10 días que marca la ley.
Una irregularidad que en pocos días llegó a conocimiento de las autoridades del país -después de que se publicarán fotos de Depp con sus mascotas en las redes sociales- que rápidamente convirtió la violación de sus estrictas normas de aduanas -establecidas para conservar la flora y fauna autóctonas- en un asunto de estado.
"El señor Depp debe llevar a sus perros de regreso a California o vamos a aplicarles la eutanasia", afirmó por aquel entonces el ministro de Agricultura y Medio Ambiente australiano Barnaby Joyce que afirmó que ninguna estrella, por muy popular que sea, está exenta de cumplir con las leyes de bioseguridad del país.