El xenomorfo mejorado de Alien: Romulus explicado: Su nuevo origen y habilidades

Actualizado: viernes, 16 agosto 2024 16:09
El xenomorfo mejorado de Alien: Romulus explicado: Su nuevo origen y habilidades - 20 CENTURY STUDIOS

   MADRID, 16 (CulturaOcio)

   Alien: Romulus ya está en los cines. Dirigida por Fede Álvarez, responsable de cintas como No respires o el remake de Posesión infernal (Evil Dead), el filme es la novena entrega de la saga de ciencia ficción y terror iniciada por Ridley Scott en 1979 con Alien, el octavo pasajero. El cineasta uruguayo no solo ha querido honrar el legado de la franquicia, con referencias a las anteriores películas, sino que además le ha insuflado nueva vida, llegando a crear incluso su propia variante de la forma de vida más aterradora del universo.

    ((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))

   Y es que, aunque Alien: Romulus tiene su buena dosis de las icónicas criaturas creadas por Scott, mostrándolas en todas sus fases, desde su eclosión como abrazacaras hasta su forma adulta, también presenta una nueva variante, más amenazante si cabe y cuyo nacimiento constituye una de las escenas más impactantes.

   Tal y como descubren los personajes de la cinta, la estación espacial abandonada que pretenden usar para escapar de su colonia había estado destinada a experimentar con xenomorfos, al menos hasta que, como era de esperar, todo se descontrolase y los seres acabasen con la tripulación. Así, la recurrente compañía de la saga, Weyland-Yutani, había estado investigando a las criaturas, e incluso criándolas, con el objetivo de dar con la clave de su gran resistencia.

   El droide de la estación, Rook (que tiene el rostro y la voz del fallecido Ian Holm) explica que los humanos nunca se han llegado a adaptar a la expansión espacial y por eso la compañía pretendía desarrollar una fórmula para hacer a la especie más fuerte, más capacitada para la supervivencia. No obstante, el suero solo había sido usado en ratones y pronto se demuestra que no estaba perfeccionado.

   Así, Kay, el personaje encarnado por Isabela Merced, se inyecta el líquido con la esperanza de que le ayude a sobrevivir a pesar de sus heridas, a ella y al bebé que lleva dentro. Sin embargo, la fórmula no solo acelera el crecimiento del feto, sino que lo transforma completamente. Kay da a luz en una sangrienta secuencia a una especie de huevo, y si bien al principio parece albergar una criatura humana, esta pronto se transforma en una monstruosa mezcla de especies.

   El cuerpo grande y desgarbado del nuevo ser, así como su cola, recuerdan claramente a los xenomorfos, pero su cara presenta unos inquietantes rasgos humanoides. Además, esta criatura tiende más al bipedismo que los alienígenas y parece alimentarse de sangre. Por otro lado, su tez pálida recuerda a los Ingenieros retratados en Prometheus, creadores de la raza humana.

   Siendo un híbrido de humano y xenoformo (y quizá de Ingeniero), el nuevo ser de Alien: Romulus podría ser una criatura incluso más letal que los xenomorfos, aunando su sed de sangre con una inteligencia superior. Ya la cinta deja claro que la criatura no es precisamente fácil de matar, pues no solo derrota a Andy de un zarpazo (sintético que momentos antes demostraba tener tanta fuerza como para sostener un ascensor) sino que además aguanta el vacío espacial y una avalancha de toneladas de arena.

   En todo caso, ahora que esta nueva versión de xenomorfo ha hecho su debut en la pantalla, no sería de extrañar que volviera a aparecer en futuras entregas. Al fin y al cabo, en la nave que ha de llevar a Andy y Rain a otro planeta aún quedan viales del fatídico suero.

   Ambientada entre los eventos relatados en la primera película de la saga, Alien: El octavo pasajero (1979) y su secuela, Aliens: El regreso (1986), Alien: Romulus está protagonizada por Cailee Spaeny, David Jonsson, Archie Renaux, Isabela Merced, Spike Fearn y Aileen Wu.

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