MADRID, 14 Jun. (CulturaOcio - David Gallardo) -
Ay, cambiar al cantante. Esa decisión verdaderamente trascendental que supone jugársela toda a una única carta, sin tener ni la más remota idea de qué será lo que pasará llegado el momento definitivo.
En ocasiones es una apuesta por la propia vida al intentar seguir adelante tras una causa de fuerza mayor, como una trágica muerte o una molesta enfermedad.
También hay otras ocasiones en las que este punto de inflexión termina aconteciendo por las dificultades de convivencia inherentes al ser humano obligado a vivir en comunidad con unos seres que no son su familia sanguínea.
Pero sea como fuere, la única certeza es que una vez tomada la decisión a cara o cruz, ha habido a lo largo de la historia una serie de bandas que han sabido proseguir, convenciendo a sus fieles de que la voz principal no siempre es lo único que importa. Repasamos:
AC/DC
El caso de AC/DC lo resume todo, pues aunque 35 años después todavía nos seguimos acordando todos del huracanado Bon Scott, lo cierto es que Brian Johnson es uno más de la familia (solo faltaba). En el momento, la transición fue dura pues tras la muerte de Bon en 1980, los hermanos Angus y Malcolm Young apenas tardaron cinco meses en regresar con nuevo disco (Back in Black) y nuevo vocalista. Pero el furor de su música y su misión vital estaban por encima de todo.
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DEEP PURPLE
Todo un intrincado culebrón de idas, venidas e intercambio de cromos con bandas rivales y amigas. Y es que desde su fundación en 1968, ante el micrófono se han plantado Rod Evans, Ian Gillan, David Coverdale y Joe Lynn Turner. La estabilidad llegó en 1992 con su formación más estable, comandada de nuevo hsata la actualidad por Ian Gillan, quien además es su cantante más emblemático por estar en su mejor disco, Machine Head (1972), aquel de Smoke in the Water y Highway Star.
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VAN HALEN
Otro culebrón que fascina a los estadounidenses, para quien Van Halen es una banda megaclásica. Y es que tras una primera época de éxito descomunal con David Lee Roth hasta 1985, llegó otra casi con la misma aceptación de la mano de Sammy Hagar hasta 1996 (conocida como Van Hagar). Llegó turno después para una travesía del desierto con Gary Cherone de Extreme hasta finales de los noventa y, tras años de cumbres borrascosas, el grupo está actualmente de gira de nuevo con David Lee Roth al frente.
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BLACK SABBATH
Parecía imposible que alguien de este planeta pudiera reemplazar a un Ozzy Osbourne que, vale, no es el mejor vocalista, pero sí un frontman de indudable carisma. Pero en estas apareció una de las voces más privilegiadas del heavy metal, Ronnie James Dio, quien se hizo con los mandos durante una época bastante gloriosa de 1979 a 1982, y otra algo menos en 1991 y 1992. Dio mantuvo un nivel que no lograron Ian Gillan (el de Deep Purple, correcto), Glenn Hughes o Tony Martin. Y al cabo de los años, Ozzy vuelve a ser ahora su cantante, en una apoteósita cuadratura del círculo de la vida.
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OLÉ OLÉ
Olé Olé arrasaron en 1983 con su éxito No controles, compuesto por un Nacho Cano en plena efervescencia creativa y a punto de arrasar con Mecano. Lo cantaba Vicky Larraz, quien abandonó en 1985 dejando al grupo en una considerable zozobra. Hasta que apareció una de las divas icónicas del pop español, Marta Sánchez, llevando al grupo a sus años de máximo esplendor hasta 1991, cuando emprendió su camino solista. En este caso, la tercera cantante, Sonia Santana, no pudo con tanto y los buenos tiempos se acabaron.
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LA OREJA DE VAN GOGH
Mucho debieron temblarle las canillas a los chicos de la banda donostiarra cuando su vocalista Amaia Montero les comunicó en 2007 que quería probar en solitario. De hecho, en un primer momento pocos daban un duro por la continuidad de La Oreja de Van Gogh. Pero el grupo no ha hecho otra cosa que crecer en su segunda etapa, desde 2008 con Leire Martínez, totalmente afianzada en su puesto (mientras la trayectoria de Amaia pierde fuelle progresivamente).
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MÄGO DE ÖZ
La banda madrileña nació en 1989 con el cantante Juan Manuel Lobón, pero no fue hasta 1996 con la llegada de José Andrea cuando Mägo de Öz despegó oficialmente gracias a discos como Jesús de Chamberí (1996), La leyenda de La Mancha (1998) y Finisterra (2000). Actualmente son uno de los nombres del rock duro en castellano y cuentan desde 2012 con Javier 'Zeta' Domínguez como vocalista.
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ALICE IN CHAINS
El icónico Layne Staley falleció en 2002, acabando con otra porción de la era grunge y con su grupo Alice in Chains. Pero tras unos años de luto, el resto de integrantes decidieron regresar en 2006 con William DuVall ante el micrófono. Desde entonces han publicado los discos Black gives to blue (2009) y The devil puts dinosaurs here (2013), cosechando considerable éxito y ganándose el respeto del respetable.
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THE POGUES
En la cima de su éxito en 1991, The Pogues despidieron a su cantante Shane MacGowan por su comportamiento errático. Inicialmente el sustituto fue Joe Strummer (The Clash), quien dejó posteriormente el puesto a otro miembro fundador, Spider Stacy, quien lo mantuvo hasta el fin del grupo en 1996. Pero por esas cosas de la vida, cuando volvieron en 2001, ahí estaban Stacy y MacGowan mano a mano mirando hacia un futuro que se sigue escribiendo.
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GENESIS
Curioso caso el de Genesis, pues el cambio se produjo sin tener que fichar a nadie nuevo. Así las cosas, cuando el cantante Peter Gabriel dejó la banda en 1975, fue el baterista Phil Collins quien se hizo cargo de las voces. Sin duda una de esas decisiones que cambian vidas, pues la banda abandonó poco a poco el rock progresivo para adentrarse en una deriva comercial de sobra conocida por todos, con Collins incluso triunfando en solitario durante los ochenta y los noventa (si hubiera seguido con las baquetas, nada habría sido igual, definitivamente).
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