MADRID, 26 Nov. (EDIZIONES - David Gallardo) -
Lo primero que hay que tener claro es que el éxito de Michael Jackson en la década de los ochenta del siglo pasado llegó a ser tan bestial que terminó convirtiéndole prácticamente en un ser irreal, casi en una especie de alienígena procedente de algún lejano e inexplorado planeta para traer su música a los mediocres humanos.
Y es que sus cifras de ventas parecen ahora igualmente irreales, con su 'Thriller' de 1982 aún siendo (lo será para siempre) el más vendido de la historia con más de 65 millones de copias repartidas por todo el mundo. Por si fuera poco, su 'Bad' de 1987 despachó otros 32 millones, de manera que con solo dos discos llegó a los 100 millones de unidades.
Este descomunal éxito, unido a sus espectaculares y multitudinarias presentaciones en concierto, convirtieron por méritos propios a Michael Jackson en el indiscutible Rey del Pop. Un título apuntalado por fabulosos videoclips que en realidad eran cortometrajes, dirigidos por cineastas como John Landis ('Thriller') o Martin Scorsese ('Bad').
Su permanente exposición en los medios le convirtió inevitablemente no ya en una celebridad, sino en un icono para la comunidad afroamericana en particular y para casi todo el resto del mundo en general. Incluso consiguió un gran hito extra musical al ser galardonado por el presidente estadounidense Ronald Reagan en 1984 como referente de toda una generación.
LLEGAN LOS NOVENTA
Michael Jackson terminó su victoriosa década de los ochenta con cinco conciertos en enero de 1989 en el Memorial Sports Arena de Los Angeles, colofón para un 'Bad Tour' de 123 conciertos, 4,4 millones de espectadores en 15 países y un entonces récord de 125 millones de dólares recaudados en taquilla. Y se detuvo ahí porque ya era suficiente, aunque hubiera necesitado varios centenares de fechas para satisfacer la demanda terráquea.
Desde esa vertiginosa altura en la que cualquier traspiés es una catástrofe, comenzó Michael Jackson, que por aquel entonces tenía 31 años, a idear su siguiente obra en unas sesiones de grabación que arrancaron el 25 de junio de 1990 en los Ocean Way Studios y Record One Studios, ambos en Los Angeles. Y por primera vez en once años, no contaba con Quincy Jones como productor.
Esta fue una primera e importante decisión, pues la dupla Jackson-Jones había entregado joyas como los ya mencionados 'Thriller' y 'Bad', a las que hay que sumar aquel 'Off the wall' deslumbrante que vio la luz en 1979 y que despachó otros 20 millones de copias. Pero el cambio de década hacía necesario un nuevo rumbo para seguir sonando moderno y por eso llegaron los productores Teddy Riley, Bill Bottrell y Bruce Swedien, para dotar a 'Dangerous' de un sonido urbano y contemporáneo.
Ellos fueron la elección final, después de que Michael hubiera intentado contar en las labores de producción con Kenneth 'Babyface' Edmonds y L.A. Reid, que en aquella época trabajaban con su hermano Jermaine Jackson, provocando una trifulca pública por celos y envidias de este último. Suponemos que tampoco le gustaría mucho a Jermaine que su hermano firmara en marzo de 1991 el contrato más lucrativo de la historia de la música por 50 millones de dólares con Sony Music.
NUEVOS SONIDOS
En cualquier caso, las sesiones de grabación del octavo álbum en solitario de Michael Jackson prosiguieron con el mencionado trío de productores con una variedad estilística que transitaba desde el R&B ('Remember the time') hasta el góspel ('Will you be there', 'Keep the faith'), pasando por el funk ('Jam', 'Who is it'), el pop rock ('Black or white') y el acercamiento a las baladas hard rock ('Give it to me', con la guitarra de Slash de Guns n' Roses).
Para las sesiones se contó también con el grupo de rap Wreckx-n-Effect, que condujo hacia inéditos ritmos definitivamente callejeros a un Michael también muy interesado en adentrarse en el 'new jack swing', un género surgido de la fusión de sonidos soul clásicos y hip hop, y que abrió la puerta al público a los sonidos R&B y hip hop que tanto éxito tienen en la actualidad.
En cuanto a la temática de las letras, había cantos contra el racismo (evidentes en 'Black or white') y contra la pobreza, así como en favor de la hermandad global y el cuidado de la Tierra y los niños. No faltan críticas sociales como ese dardo contra los medios de comunicación que le perseguían constantemente ('Why you wanna trip on me'), y también hay espacio para cortes de intensidad sensual y amorosa.
Por su parte, la canción 'Gone too soon', escrita por Larry Grossman y Buz Kohan, está dedicada a Ryan White, un joven que se convirtió en un referente nacional en Estados Unidos a causa del sida, después de ser expulsado de su colegio debido a la infección y que terminó falleciendo en abril de 1990. En total, Michael escribió solo o en compañía doce de las catorce canciones del álbum.
Después de dieciséis largos meses de trabajo, la última sesión de 'Dangerous' tuvo lugar el 29 de octubre de 1991. De aquel período de tiempo salieron todos los temas del disco y una cantidad ingente de descartes -como por ejemplo 'Earth song', que se guardaría para su siguiente álbum de 1995, y 'Blood on the dance floor', que daría título a su disco de remixes de 1997-.
En el apartado de decepciones, que también las hubo, el dueto frustrado con Madonna en 'In the closet', que después de muchas conversaciones (y rumores de noviazgo entre ambos) terminó siendo rechazado por 'la ambición rubia'. A cambio, Heavy D tiene un fraseo de rap en el tema de apertura, 'Jam' (en cuyo videoclip aparece el célebre jugador de baloncesto Michael Jordan).
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PUBLICACIÓN Y ÉXITO
Con el trabajo finalizado, Michael Jackson pagó 9.700 dólares por dos asientos en el Concorde para sus guardaespaldas Raymond Thomas y Cooper Jones, encargados de transportar el máster del primer single, 'Black or white'. El artista temía que los 'piratas' se hicieran con la cinta y ordenó a la pareja que no se separaran de ella hasta dársela a unos agente de seguridad de Londres, según se relata en la biografía escrita por Adrian Grant.
El primer paso de la millonaria promoción fueron unos anuncios obra del cineasta David Lynch, que empezaron a emitirse casi al tiempo que arrasaba velozmente en radios 'Black or white'. Esta victoria se multiplicó exponencialmente cuando se estrenó el videoclip dirigido (otra vez) por John Landis y con presencia del actor Macaulay Culkin. Además, la guitarra de Slash se oye en la intro (no en el resto del tema, pues esa es de Tim Pierce).
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Todo lo que siguió a la publicación de 'Dangerous' el 26 de noviembre de 1991 es una tormenta mareante de cifras de ventas y listas de éxitos en las que gobernaron con autoridad singles como 'Black or white', 'Remember the time' (con Eddie Murphy, Iman y Magic Johnson en su vídeo), 'In the closet', 'Will you be there', 'Who is it', 'Jam', 'Heal the world', 'Give it to me' y 'Gone too soon'. Solo cuatro canciones no fueron editadas como sencillo.
En la actualidad se estima que el álbum ha despachado más de 30 millones de unidades en todo el planeta, siendo así su tercer mayor éxito de ventas. La gira de presentación comenzó el 27 de junio de 1992 en el Estadio Olímpico de Munich y terminó con cinco noches en el Estadio Azteca de México DF en noviembre de 1993 (tuvo recordadas paradas en Barcelona, Oviedo y Madrid en septiembre de 1992).
Su triunfo con 'Dangerous' quedó apuntalada también con su aparición en el intermedio de la Super Bowl del 31 de enero de 1993, en una actuación considerada de las mejores de este gran evento. Popularidad total, talento desbordante para la música y magnetismo escénico con unas dotes asombrosas para el baile. Nunca habrá nadie como Michael Jackson. Años de gloria que no volverán pero que quedaron para la posteridad.
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