MADRID, 25 Ago. (Reuters/ CulturaOcio) -
Con algunos bailes provocadores y movimientos de caderas, las principales damas del pop dominaron la ceremonia de entrega de los MTV Video Music Awards celebrada el domingo por la noche en California, protagonizada por una emocionada Miley Cyrus y un momento conmovedor entre Beyoncé y su familia.
Cyrus, que desató la polémica en la ceremonia del año pasado con su provocativa interpretación de Blurred Lines junto a Robin Thicke, se llevó el premio principal de la noche, vídeo del año, por Wrecking Ball, en el que canta desnuda subida a una bola de demolición.
Optó por no subir al escenario, quedándose en su asiento, y envió a un joven sin hogar llamado Jesse a recoger el premio.
"He limpiado vuestras habitaciones de hotel, he sido un extra en vuestras películas, he sido un extra en vuestra vida. Aunque pueda haber sido invisible para vosotros en las calles, tengo muchos de los mismos sueños que trajeron a muchos de vosotros aquí esta noche", dijo el hombre, mientras Cyrus se secaba las lágrimas.
Antes, en la alfombra roja, la cantante dijo que se "retiraba" de sus bailes explícitos. Su lugar pareció tomarlo la rapera Nicki Minaj con su interpretación de la canción hip hop Anaconda, meneando el trasero con un pantalón y sujetador verde brillante en un escenario disfrazado de jungla.
Desde su lanzamiento en 1984, los V de la MTV - propiedad de Viacom - se han convertido en sinónimo de irreverencia y momentos improvisados que han entrado en la historia de la música, por lo que toda la atención estaba en quién sería el protagonista este año.
Beyoncé interpretó el momento más emocionante, cuando aceptó el premio Michael Jackson Video Vanguard a una carrera de manos de su marido, el rapero Jay Z, que la llamó "la mayor artista viva".
Jay Z, que llevaba a la hija de la pareja, Blue Ivy, se dio un emotivo beso con su mujer, que, conmovida, afirmó: "No tengo nada qué decir, me siento tan agradecida".
La cantante, que llevaba un mono plateado brillante, interpretó éxitos como Haunted, Drunk in Love, Partition y Blue - una oda a su hija -, en un miniconcierto acompañada de grandes pantallas y bailarines en siluetas.
Beyoncé recogió otros tres premios: a la mejor colaboración por Drunk in Love con Jay Z, y a mejor cinematografía y vídeo con mensaje social por Pretty Hurts.
Otras actuaciones destacadas fueron la de Ariana Grande al inicio de la velada con Break Free y posteriormente con Bang Bang, junto a Minaj y Jessie J.
Taylor Swift interpretó Shake It Off, el primer sencillo de su próximo disco pop, 1989, mientras que Azalea y la británica Rita Ora cantaron la provocativa Black Widow.
Otros ganadores de los premios que votan los fans fueron Katy Perry, con el del mejor vídeo femenino por el vídeo con temática de Cleopatra Dark Horse, el británico Ed Sheeran, que se llevó el de mejor vídeo masculino por "Sing", Lorde, el de mejor vídeo rock por Royals, y Grande, mejor vídeo pop por Problem, junto con Azalea.