MADRID, 16 Sep. (CulturaOcio - David Gallardo) -
El Experience + Innocence Tour de U2 llega esta semana a España con dos paradas consecutivas los días 20 y 21 de septiembre en el WiZink Center de Madrid, ciudad a la que la banda irlandesa regresa después de trece años de sequía -en los que sí ha visitado otros puntos de la península, principalmente Barcelona-.
El regreso a la capital se prevé bastante intenso, aparte de por el tiempo transcurrido, por la velocidad a la que las alrededor de 35.000 entradas para las dos noches encontraron dueño. En un abrir y cerrar de ojos, literalmente, pues prácticamente se agotaron en la preventa del club de fans.
Después de recorrer Norteamérica y de pasar por algunas ciudades europeas -infausto recuerdo la segunda velada en Berlín con pérdida de voz de Bono a la quinta canción-, la gira de U2 llega ya bien rodada al Palacio de los Deportes de Madrid y para celebrarlo vamos a destripar un poquito el asunto señalando cinco claves del espectáculo. Si no quieres spoilers, mejor déjalo aquí.
1. ES LA CONTINUACIÓN DE LA GIRA DE 2015
De la misma manera que el último álbum del grupo, Songs of Experience (2017) es la continuación de Songs of Innocence (2014), este Experience + Innocence Tour es la segunda parte del Innocence + Experience con el que estuvieron cuatro noches en 2015 en el Palau Sant Jordi de Barcelona. La escenografía es la misma para dar continuidad al relato, aunque hay cambios en los visuales y en el repertorio, así como en la manera en que los músicos interactúan con la gran pantalla que, colgada del techo, recorre el pabellón a lo largo.
2. MUCHO PESO DE SU ÚLTIMO ÁLBUM
Songs of Innocence era un álbum que iba a los recuerdos y sentimientos de juventud de U2, mientras que Songs of Experience se ancla más en el momento presente de madurez de unos músicos que ya ven cerca la sesentena. Para dar sentido a la historia que cuentan en el espectáculo, ambos discos tienen mucho peso en un repertorio nada autoindulgente y con el que en absoluto van a lo fácil.
3. NO TOCAN NADA DE THE JOSHUA TREE
A pesar de su indudablemente glorioso pasado, U2 reivindica su presente en este tour. Junto a las canciones de los dos últimos discos, picotean en sus diferentes épocas sin olvidarse de uno de sus primeros singles, I will follow, siempre presente, y regalando joyas ocultas como Acrobat, nunca antes tocada en vivo.
Por si fuera poco, la banda no toca ninguna canción del célebre The Joshua Tree (1987), tanto para apuntalar su apuesta como para no repetir la fórmula de su gira de 2017, en la que tocaron íntegro dicho álbum por su treinta aniversario. Vamos, que se quedan fuera Where the streets have no name, With or without you o I still haven't found what I'm looking for.
4. ALEGATO EUROPEÍSTA Y ANTIFASCISTA
Uno de los momentos cumbre del tramo norteamericano era el de American soul con una gran bandera de Estados Unidos en el fondo del esenario en forma de alegato contra Trump. Esto no tendría mucho sentido en Europa, por lo que el grupo ha decidido cambiarla por una bandera de la Unión Europea.
"Europa es un pensamiento que necesita convertirse en un sentimiento. La palabra patriotismo nos ha sido robada por nacionalistas y extremistas que exigen uniformidad. Los verdaderos patriotas buscan unidad por encima de la homogeneidad y esto es para mí el verdadero proyecto europeo", escribió Bono en una carta a finales de agosto, donde avanzaba una de las "ideas más provocativas de U2: Ondear en los conciertos una grande, brillante y azul bandera de la Unión Europea".
Este posicionamiento en contra del Brexit se ve reforzado por la potente introducción del concierto, con el arrebatado discurso de Chaplin en El gran dictador en las pantallas. Y a su lado, imágenes de Trump, Putin y desastres provocados por las grandes guerras.
5. LA IMAGEN DE LA BOMBILLA
La primera parte de esta gira, la de 2015, empezaba con el grupo tocando apenas sin luz y solo alumbrados por una gran bombilla en la parte alta del escenario, simbolizando el ambiente de recogimiento de la habitación del Bono adolescente que descubría la música escuchando bandas como los Ramones.
Pues bien, la segunda parte, la de 2018, concluye con el vocalista sacando esa bombilla de una caja que es en realidad una réplica en miniatura de aquella casa en la que pasó su infancia y adolescencia, y lanzándola al aire. Toda una metáfora sobre la importancia de guardar los sentimientos puros de esa etapa de la vida, pues son los que te acompañarán para siempre en el camino desde la inocencia hasta, efectivamente, la experiencia.