Kalush Orchestra Cantando 'Stefania' En El Festival De Eurovisión 2022 - UER
MADRID, 13 May. (CulturaOcio) -
Este sábado 14 de mayo se celebra la final de la 66ª edición del Festival de la Canción de Eurovisión. Turín se ha convertido en la capital europea de la música y 25 países clasificados de los 40 que compiten buscarán hacerse con el Micrófono de Cristal. Aunque la candidata española Chanel está entre las favoritas con 'SloMo', un país que lidera casi todas las apuestas para alzarse con el trofeo es Ucrania con Kalush Orchestra y su 'Stefania'. Y es aquí donde surge la cuestión, ¿qué pasaría con Eurovisión el año que viene si Ucrania, que está en guerra, gana el certamen?
Por tradición, el país que gana el Festival de Eurovisión es el encargado de organizar el certamen del año siguiente. En la 65ª edición, el grupo italiano Maneskin se alzó con la victoria con su canción 'Zitti e buoni', lo que convirtió al país transalpino en el anfitrión de esta 66ª edición, con el Palasport Olimpico de Turín como escenario para el festival. Ahora bien, si Kalush Orchestra le diese su tercera victoria a Ucrania en Eurovisión, surgirá la duda lógica de si el país estaría preparado para acoger un evento de esta magnitud en 2023.
Con la guerra en Ucrania, provocada por la invasión de Rusia, aún en curso, es más que evidente que, aunque el conflicto bélico cesase, sería imposible que se organizase un evento de la magnitud de Eurovisión en un país arrasado por la contienda y en plena fase de reconstrucción (además de tener en cuenta motivos de seguridad). Sin embargo, a pesar de plantear una duda razonable, la UER puede ofrecer una respuesta rápida a una situación que, por otro lado, no es tan extraña en la historia de Eurovisión.
Fue en 1958 cuando se decidió que el país ganador del festival era el primero al que se le ofrecía ser sede de Eurovisión el año siguiente, ocurrió ese año con Países Bajos, que se alzó con la victoria en 1957. Sin embargo, en cinco ocasiones no se ha cumplido esta regla, provocando que el país ganador no fuese el que organizase el certamen el año siguiente.
LAS CINCO VECES QUE EL GANADOR DE EUROVISIÓN NO FUE EL ANFITRIÓN
La primera vez pasó en 1960, cuando los Países Bajos declinaron acoger el festival a pesar de ganar en 1959. Ese año, el país anfitrión fue el Reino Unido, que había quedado segundo en la clasificación. La situación se repitió en 1963, cuando Francia, país ganador en 1962, rechazó acoger el festival y fue Reino Unido el que volvió a ejercer de anfitrión, a pesar de quedar en cuarto lugar (puesto que Mónaco y Luxemburgo, quienes eran las siguientes en el podio, rechazaron encargarse del certamen).
Ocurrió de nuevo en 1972, al celebrarse Eurovisión en la británica Edimburgo, debido a que Mónaco no contaba con una sede adecuada para que tuviera lugar el festival. Reino Unido volvió a ser sede de Eurovisión en 1974, cuando Luxemburgo declinó organizar el certamen. La última vez que sucedió algo así fue en 1980, cuando la ciudad neerlandesa de La Haya acogió al certamen, a pesar de que fue Israel el país ganador. Exceptuando el caso de Israel, el resto de países declinaron organizar Eurovisión debido a sus altos costes económicos.
Desde 1980, la UER obliga al país anfitrión a organizar el Festival de Eurovisión al año siguiente. Sin embargo, la UER contempla ciertas excepciones, como el caso de una hipotética victoria de Australia, que concursa en el certamen como país invitado y que, si ganase, la cadena pública del país coproduciría el festival del año siguiente, pero este tendría lugar en un país europeo elegido por la delegación australiana.
Dada la excepcionalidad que vive Ucrania, no sería extraño que la UER hiciese una distinción y permitiera que fuera otro país el que organizara Eurovisión 2023. Puesto que esta posibilidad de victoria es muy real, es más que seguro que la organización lo tendrá en cuenta.