MADRID, 2 May. (CulturaOcio - David Gallardo) -
- El mundo necesita la reunión de Héroes del Silencio
- Pedro Andreu no descarta la vuelta de Héroes del Silencio
- Bunbury: "No encuentro motivo para volver a juntarnos"
Hemos venido a jugar, así que juguemos. En el pasado hemos ordenado las discografías de Metallica, U2, Foo Fighters, Arctic Monkeys, Green Day, Bon Jovi, Depeche Mode y Pearl Jam.
Incluso lo hicimos con Bunbury, de manera que solo hemos ido postergando lo impostergable. Evitando lo inevitable. Porque aunque hayamos venido a jugar, asusta un poco, no creáis.
De manera que, venga, al turrón a la de ya, acabemos con esto cuanto antes, no vayamos a estar escribiendo frases esdrújulas solo para hacer tiempo mientras decidimos si este o aquel, si tal si cual.
SENDEROS DE TRAICIÓN (1991)
Ya. Ya lo sé. Pero es que el cambio desde grupo así como oscurete a hard rockeros un poco de palo es ligeramente desconcertante -como los Cult, por otro lado-. Y lo que más me duele es 'La carta', que es una de sus mejores composiciones, no tanto 'Entre dos tierras' o 'Maldito duende', que también.
Otra gran favorita es 'Decandencia', claro que sí. Se mantiene la esencia inicial en 'Con nombre de guerra' por ejemplo, aunque la producción de Phil Manzanera ya cambia y mira a lo tocho. Lo reventaron a saco con este disco, que con la frente bien alta colocamos como el menos mejor.
EL MAR NO CESA (1989)
La personalidad de Héroes del Silencio está aquí. Cuando un buen disco de debut es bueno, te marca el camino para siempre por mucho que subas el volumen de las guitarras y aumentes la distorsión (gran victoria de Juan Valdivia esta con el paso de los años). La primera impresión es muy importante siempre con todo en la vida.
Empezar una discografía que resultaría sobresaliente con 'Mar adentro' es un disparate maravilloso. ¿O acaso no? Sin grandes estridencias por la producción de Gustavo Montesano y Roberto Durruty, juega un papel importancia el sonido del silencio entre los instrumentos y eso le da mucha personalidad.
'Flor venenosa' se cayó pronto del repertorio de sucesivas giras pero es una pequeña gran joya, igual que 'Agosto', 'Hace tiempo', 'Fuente esperanza' o la egregia 'Héroe de Leyenda'. Escuchar este disco es pegarse una pedazo de ducha de buena nostalgia y gritar como un niño.
EL ESPÍRITU DEL VINO (1993)
Empezar un disco diciendo "joder qué zoquete" ya marca la diferencia. Amados y odiados a partes iguales como todos los grupos inmortales, aquí los aragoneses consiguen engordar (Phil Manzanera de nuevo mediante) el sonido de 'Senderos de traición' hasta resultar mucho más convincentes. Aquí hay una banda de rock con mayúsculas capaz de triunfar cantando en español no sé, en Alemania.
Es en este disco, además, donde la versatilidad del guitarrista Juan Valdivia se desarrolla de una manera incontenible sobre esa base rotunda perpetrada por el batería Pedro Andreu y el bajista Joaquín Cardiel. Aquí fue cuando zarpó 'El Buque' (como se conocía al grupo en la discográfica EMI por su poderío imparable de incierta colisión final).
Hay mucho buen hard rock como 'Nuestros nombres', pero es que se perfecciona la fórmula compositiva para dar como resultado himnos megalómanos como 'La sirena varada' o 'Flor de loto'. Canciones aparentemente pequeñitas como 'Tesoro' han resultado ser esenciales, y 'La herida' la más coreada por los grupos de amigos ebrios.
Sí que hay una pega y es hacer un álbum de 16 canciones. No porque eso sea malo para el fan, sino que pasa como con tantos discos dobles: que al final hay dispersión. Si esto lo dejas en una decena, te estás marcando un decálogo apabullante.
Aún así, 'Los placeres de la pobreza' o 'Sangre hirviendo' apuntalan la apuesta más ruidista, que se atempera ligeramente con un tema tan incomprendido como 'La apariencia no es sincera', para luego elevarse de nuevo con los brazos bien abiertos para 'Bendecida'.
AVALANCHA (1995)
La vida es un camino de aprendizaje. Ensayo y error hasta tenerlo. En 'Avalancha' está el resultado. Llegar hasta una canción del tamaño de 'Deshacer el mundo' (que la acabas diciendo 'eso es', porque lo sabes) lleva sus años y esta concretamente es el más fino perfeccionamiento de Héroes del Silencio, tanto por letra como por música.
Cabe la posibilidad, por loca que sea, de que 'Avalancha' sea la canción más tocha de rock en español jamás escrita. Es, efectivamente y de hecho por cierto, como un buque entrando a puerto reventando los muelles. Es un bramido a pulmón abierto, es el perfecto rock de estadio en su máxima expresión.
De una manera comparativamente menor eso también es 'Días de borrasca (víspera de resplandores)' -el riff que se marca aquí Valdivia es estratosférico-, mientras que 'La chispa adecuada' es un tipo de romanticismo inédito en el rock patrio, igual que 'En los brazos de la fiebre' o 'La espuma de venus' (vaya solo de guitarra a lo David Gilmour en Pink Floyd para cerrar una discografía, eh, vaya estribillo final).
Acudir a un productor de prestigio plenatario como Bob Ezrin despojó a esta pequeña banda de Zaragoza de todo lo que era diez años antes y ese fue el principio del fin por las disputas internas. Pero 'Avalancha' es una obra magna, volcánica, torrencial y, en última instancia, supina. La avalancha provocada por el ruidoso naufragio del buque se lo llevó todo por delante... parasiempre.
Y esta discografía acaba así: "La ficción es y será mi única realidad".