Iván Ferreiro ha publicado esta semana 'Val Miñor - Madrid, Historia y Cronología del Mundo', un álbum "profundo y potente" pero más luminoso y vitalista, tal y como el propio músico explica a CulturaOcio, antes de añadir que "fue un reto hacer un disco que fuera alegre y hablara de cosas buenas", algo no demasiado habitual en él. "Pero ya no tengo miedo a ser cursi", apostilla.
- ¿Qué tenemos entre manos, cómo está Iván Ferreiro?
Pues muy contento y encantado. Llevaba dos años tocando mucho y haciendo canciones, y ya tenía ganas de que se oyeran.
- ¿Has compuesto durante la gira entonces?
Lo hemos ido haciendo a la vez mi hermano Amaro y yo. Antes tocábamos y luego componíamos, pero ahora lo hicimos todo junto y nos sienta muy bien, porque creo que se refleja mejor cómo estamos en general.
- A tenor de lo que se escucha en el álbum, efectivamente estáis muy bien, porque suena más luminoso y vitalista que anteriores trabajos. ¿Estás de acuerdo?
Esperaba que la gente notara otra energía. No puedo cambiar mucho en muchos sentidos, soy muy limitado, pero en mi vida normal tengo una energía más parecida a la de este disco. En los otros discos de alguna forma fuimos volcando paranoias y agobios y todo tipo de cosas, pero ya teníamos ganas de contar otra cosa.
- Sí, porque siempre se te identifica como un tipo triste.
Siempre en la angustia, es verdad, jaja, pero ya teníamos ganas de divertirnos. En la gira del año pasado, que fue acústica casi toda, realmente había muchas risas en el escenario.
- ¿Es tiempo para la luz ahora?
Queríamos la sutileza de la levedad para explicar de manera profunda algunas cosas. Creo que nos quedó denso de alguna forma, una densidad agradable y amorosa.
- Hablás todo el tiempo en plural. ¿Tan importante es Amaro para tí?
Es mi compañero de viajes y realmente este proyecto se llama Iván pero estamos los dos todo el rato implicados. Mi hermano es el motor de la composición y me obliga a ponerme las pilas. Eso sin contar con que la mitad de las ideas buenas las trae él.
- ¿Necesita la gente divertirse ahora más que nunca?
Podíamos haber hecho un disco más político, pero ya está todo el mundo enterado de la situación. Nos parecía mejor divertir que tratar de ser protagonistas de una época oscura... de hecho, nos gustaba más hablar de la oscuridad cuando todo el mundo estaba contento. Ahora la gente necesita historias sobre personas, canciones de amor, cosas así. Creo el disco que es profundo y potente, no queríamos hacer canciones como las de Julio Iglesias, pero sí canciones que explicaran que ser feliz es igual de emocionante que estar triste... ¡que ser feliz es mejor!
- Realmente has cambiado mucho tu propuesta con tanta alegría...
Este es un disco cursi, pero ya no tengo miedo a ser cursi. Fue un reto hacer un disco que fuera alegre y hablara de cosas buenas. Cuando estás un poco negativo o quieres estar más atormentado, si te pasas con una palabra no queda ñoño, pero en el caso del mundo dulce uno no se puede pasar. Puedes pasar de glorioso a patético, y ahí es donde más nos costó equilibrarlo. Tenía miedo de que a la gente no le gustara que yo estuviera alegre. Siempre he tenido la sensación de que la gente desea mi desgracia, aunque parece ser que no.
- ¿Cómo es tu relación actual con el piano?.
Estudié lecciones muy básicas de piano de pequeño. En Piratas (su anterior banda) tiraba más por la guitarra, aunque toco fatal, pero de repente empecé con el piano y ahora es indispensable. Tengo piano en casa y otros de gira, y si por mi fuera todas las cosas a las que voy tendrían un piano, por si acaso me da por ahí.
Algunas de las canciones canciones de este nuevo trabajo de Iván Ferreiro se titulan 'El Bosón De Higgs', 'El Dormilón', 'Bambi Ramone', 'Cómo Conocí a Vuestra Madre' o 'Alien vs Predator', interpretada a dúo con la mexicana Julieta Venegas ("la voz más sensual que se nos ocurrió", admite el músico). Todas ellas sonarán en la correspondiente gira de presentación, por ahora con paradas confirmadas en Barcelona (25 de octubre), Madrid (26 de octubre) y Murcia (1 de noviembre).
