MADRID, 27 Ago. (EDIZIONES - David Gallardo) -
Llevamos meses diciendo que 'Despacito' es más que una canción. Que se trata en realidad de un fenómeno social de esos que ocurren muy de vez en cuando sin que nadie sepa en realidad qué está pasando. ¿Por qué esta cancion y no cualquier otra de todas las que hay cortadas por el mismo patrón del reggaetón?
El desaparrame que han provocado con 'Despacito' no se lo explican ni sus autores, Luis Fonsi y Daddy Yankee, ayudados por la compositora Erika Ender. Cuando les preguntan por ello, se ponen filosóficos, casi místicos, hablando de bendiciones y demás movidas que quedan apañadas pero que no significan nada en realidad.
Nadie lo comprende pero la cuestión es que 'Despacito', en su remix con Justin Bieber (causante último de la eclosión), lleva ya quince semanas en el número 1 del Billboard Hot 100, la lista estadounidense de singles, la más importante del mundo. La que manda. La que determina las canciones que lo petan a nivel universal.
Quince largas semanas y, si Taylor Swift no lo remedia con su flamante nuevo single, serán 16, lo cual significaría que empataría con el 'One sweet day' de Mariah Carey y Boyz II Men como el tema que más tiempo ha comandado la lista de Billboard. Si llegara a 17, reinaría en solitario y ese dato quedaría para la hemeroteca.
Pero todo parece indicar que, con su 'Look what you made me do', Taylor Swift va a evitar semejante despropósito histórico. 'Despacito' ha rebasado ya en cifras y récords a suficientes y demasiadas canciones que marcaron a generaciones. El fenómeno social ha llegado a un punto tan extremo que ya tiene que empezar a darse la vuelta.
Porque 'Despacito' apesta... y lo sabes. Al menos por estos cinco motivos.
OMNIPRESENCIA INVASIVA
Vas caminando por la calle y en un coche suena 'Despacito'. Se abre la puerta de una tienda y ahí está 'Despacito'. Pasas al lado de una ventana abierta en una casa cualquiera y, sí, eso es, también. Es imposible escapar de semejante omnipresencia, que termina resultando invasiva. Aunque pidas clemencia, termina regresando y regresará para taladrarte las veces que hagan falta hasta que sucumbas.
POR LOS QUE LA ESCUCHAN EN EL MÓVIL
Hilando con el punto anterior, luego están los que van andando por la calle, o en el transporte público, o están en la piscina o la playa compartiendo espacio con otros, y deciden que es una idea fabulosa poner 'Despacito' a todo volumen en su smartphone del demonio. Tienes suerte si no están tecnológicamente avanzados y llevan un altavoz con bluetooth, porque esa es la muerte en vida. ¿Ya nadie usa auriculares? ¿Eso no está de moda?
ES UN REGGAETÓN MÁS (CON TODO LO QUE ESO IMPLICA)
'Despacito' es un reggaetón más, con esa misma cadencia repetitiva y ese mismo ritmo cansino que todos imitan. Aburrimiento, desgana, tedio, indolencia, displicencia, desdén, exasperación, cólera. La letra, por supuesto, está a la altura literaria del género, con versos tan ilustres como "ven prueba de mi boca para ver cómo te sabe, quiero quiero quiero ver cuanto amor a ti te cabe".
LES ENCANTA A LOS NIÑOS
Supongamos que tienes hijos y habitualmente les pones tu música favorita para que la conozcan. Pero entonces un día cualquiera vais en el coche y desde el asiento de atrás alguien empieza a cantar 'Despacito'. Son tus críos. Ya está, es el fin, les han colonizado. ¿Dónde? En el cole, con los amigos trasteando con el teléfono, qué más da. Ha sido a traición y lo peor es que, efectivamente, les encanta.
ES IRREMEDIABLEMENTE PEGADIZA
Lo más chungo de todo es que por mucho que la odies, por mucho que vayas diciendo por ahí que 'Despacito' apesta, sabes que te ha hecho dudar en alguna ocasión. Tanto es así que incluso una o dos veces te has descubierto a ti mismo tarareándola, o puede que incluso la hayas bailado alguna noche loca de verano. Cuando reflexionas, te rebelas y te mosqueas. Y te reafirmas en tu rechazo precisamente por eso, porque es irremediablemente pegadiza.