MADRID, 16 Sep. (EDIZIONES - David Gallardo) -
Tres largos años desde su anterior entrega. Eso es lo que han tenido que esperar pacientemente los numerosos fans de Foo Fighters, la banda americana de rock más grande de lo que llevamos de siglo XXI, que ya está oficialmente de retorno con 'Concrete and Gold', su noveno disco.
Lanzado al mundo este pasado viernes 15 de septiembre después de meses de rumores y semanas de creciente 'hype' para ir avisando al personal del advenimiento, esta nueva obra de la banda liderada por Dave Grohl es sin duda uno de los lanzamientos de la temporada.
Y como suele suceder con grupos de semejante magnitud, todo lo que entregan se observa minuciosamente. Se desmenuza, se analiza, se debate con visceralidad al tiempo que se compara con los trabajos anteriores que, con mayor o menor acierto, sirvieron para llegar hasta este hoy.
Pues bien, nos sumamos al ejercicio de exploración y nos adentramos en 'Concrete and Gold' paso a paso, canción a canción. Y vamos a compartir con vosotros nuestras primeras impresiones más o menos según se nos vengan a la cabeza. Más o menos así:
1. T-SHIRT
Breve introducción con Dave Grohl inicialmente en solitario con la guitarra acústica, antes de que todo explote con la habitual grandilocuencia a la que la banda nos tiene acostumbrados. Es breve, apenas dura un minuto y medio pero ya presume de músculo.
2. RUN
El primer single del disco, estrenado en junio, mantiene su poderío tres meses después. Un alegato al poder rejuvenecedor del rock con el riff de guitarra más pesado que jamás haya puesto sobre la mesa el grupo. Una espiral portentosa con estribillo de reafirmación colectiva.
3. MAKE IT RIGHT
El riff de guitarra vacilón y casi diríase que funky es el eje principal de este tema de aires setenteros que, a pesar de su evidente dureza, tiene cierto aire AOR (Adult Oriented Rock), siendo esto último algo que se repite en otros determinados pasajes.
4. THE SKY IS A NEIGHBORHOOD
Segundo single y la canción que, según Grohl, dio sentido a todo el conjunto. Un blues rock pesado con poderosos tambores, lenta cadencia y estribillo ampuloso tan sencillo como efectivo. Efectivamente, dan ganas de mirar al cielo y alzar las manos rodeado de tus semejantes.
5. LA DEE DA
Medio tiempo con un bajo distorsionado hasta el extremo y voces con eco antes de que las guitarras vuelvan a hacerse con el mando con otro riff repetitivo y perfectamente pétreo. En el estribillo llegan el sprint, los aullidos con la garganta en carne viva y cierto parecido con 'White limo' de su disco de 2011 'Wasting light'.
6. DIRTY WATER
Delicada pieza que se acerca al folk y el country pero mantiene la cadencia rockera con un ritmo sostenido. Grohl canta suavecito y todo resulta tan agradable como conducir en primavera mientras el sol te da de frente en la cara. Los coros femeninos apuntalan esta sensación de sencillo fluir, quizás un poco como Big Star y otros grupos californianos de los setenta. Pero eh, en el tramo final todo cambia con unas guitarras potentes e inesperados arreglos electrónicos, como si la paz se acabara repentinamente y la noche cayera creando desasosiego.
7. ARROWS
Ejercicio de estilo 'puritamente Foo' con un tema que va de menos a más, que empieza como agazapado pero que al minuto se eleva a buena altura. Y sube otro poquito antes de volver a la cadencia inicial. Vibrante rock contemporáneo con mayúsculas, de ese que da lástima enlatar y que alcanza toda su pureza en directo.
8. HAPY AFTER EVER (ZERO HOUR)
Bien podría estar Dave Grohl en el porche de su casa tocando la guitarrita, sencillamente dejándose llevar con el único acompañamiento del bajista Nate Mendel (y unos ligeros arreglos de cuerda por ahí de fondo). La clásica pieza acústica con la que Foo Fighters se reconcilian con el mundo. "There are no superheros now", canta Dave.
9. SUNDAY RUN
De nuevo las reminiscencias del AOR americano de los setenta y ochenta, cuando las bandas de rock. Bien podríamos estar ante un tema de Foreigner o Survivor, quizás. Eso parece como un espejismo más o menos fiable, pues las guitarras son obviamente más duras. Estribillo clásico de la época más grandiosa de la tradición rockera.
10. THE LINE
El que fuera tercer adelanto del disco aparece en la parte final, lo cual es extraño porque, efectivamente, es un buen single que destaca entre canciones no destinadas para sonar en las radios. 'The Line' es perfecto para eso con su rock alternativo absolutamente noventero. Y porque suena a fijo para el repertorio del grupo de aquí a futuro.
11. CONCRETE AND GOLD
Dave Grohl poseído por David Gilmour y/o Roger Waters, da igual. Foo Fighters colonizados por Pink Floyd, en definitiva. Atmósfera densa a ritmo tremendamente lento durante seis minutos para cerrar un álbum fornido, de esos de escuchar en su totalidad de principio a fin.
Porque el grupo sigue sabiendo facturar inapelables singles con su inconfundible marca, pero 'Concrete and Gold' no es una sucesión de hits como sí era el antes mencionado 'Wasting light'. Estamos ante otra cosa, nos encontramos ante un LP.
Porque Foo Fighters son tradicionales del siglo XXI, pero pareciera que en realidad vienen de otra época en la que fueron aún mucho más grandes. Mantener esa llama del rock con mayúsculas, de lo mejor de los setenta, ochenta y noventa, es su misión actual y será su principal legado.