MADRID, 30 Dic. (CulturaOcio) -
Andaba la estrella del pop Justin Bieber caminando por las calles de Nueva York en las inmediaciones del Madison Square Garden cuando decidió desempolvar una tabla de skate para hacer algunas acrobacias.
Eso pintaba bien en su teñida cabeza, pero el desenlace no fue precisamente glorioso. Porque, además, ya se sabe que siempre hay una cámara (o varias) en el momento más inoportuno para dejar legado a las siguientes generaciones de los más tontos momentos.
En honor a la verdad, hay que admitir que el muchacho al final consigue su objetivo de saltar los dos tramos de escaleras, aunque tampoco sea una acrobacia especialmente complicada, como bien sabrá cualquiera que haya intentado alzarse sobre un monopatín alguna vez en su vida.
Pero el golpetazo se lo pega y le duele, aunque se levante con rapidez. Y de su atuendo no diremos nada por esta vez:
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