MADRID, 21 Sep. (EDIZIONES) -
Foo Fighters son los invitados de la semana en el Carpool Karaoke de James Corden. Ya sabéis, la sección que se incluye dentro de The Late Late Show de la CBS y que desde hace tiempo se ha convertido en pasarela irrenunciable para cualquier artista top.
El episodio comienza con el presentador esperando a la banda, que tranquilamente entra en la furgoneta. Sin solución de continuidad, suena uno de sus clásicos, All my life, para ir caldeando el ambiente, con Dave Grohl de copiloto, como procede.
Después cantan otra de sus canciones más celebradas, The best of you, intercalando algunas preguntas y recuerdos, como los del bajista Nate Mendel, el primer miembro del grupo que se unió al proyecto cuando Grohl todavía no tenía músicos a su lado, allá por 1995.
Mendel recuerda cómo conoció a Dave muy al principio del grupo y rememora ante las risas de sus colegas la primera vez que tocaron algo juntos en el salón de la casa de Grohl. "¿Pero ese es el tipo de Nirvana?", berrea sorpresivamente el teclista Rami Jaffee, provocando carcajadas en un momento ciertamente efectista.
El grupo y el presentador vuelven a darlo todo cantando juntos Learn to fly antes de que Grohl rememore cuando se rompió la pierna al caerse del escenario en un concierto en Gotemburgo (Suecia) en junio de 2015. "Fue el mejor show que jamás hice", asegura el músico tras relatar cómo los enfermeros que le atendieron flipaban por su tesón al querer concluir la actuación a toda costa.
Turno de nuevo para un rato de música cantando el tema nuevo The sky is a neighborhood, antes de que empiecen a bromear con Corden preguntándole por qué no tiene una banda. "Necesitas una audición", le sugiere Grohl. Y acto seguido acaban en el Guitar Center de Sunset Boulevard precisamente para eso.
Primero, una audición a la batería tocando al unísono con el propio Dave Grohl (quien rememora así sus días con las baquetas en Nirvana) y el baterista del grupo desde 1997, Taylor Hawkins. La cosa queda divertida pero rápidamente pasan al escenario para comprobar si Corden puede ser un buen frontman de rock.
Es ahí, sobre el pequeño escenario de la tienda, donde interpretan el Never gonna give you up de Rick Astley en una versión repleta de guitarrazos y que el propio Corden culmina dando una patada al micrófono que, más que salvaje, queda un tanto pintoresca. Pero ese es el ambiente general de cachondeo.
De vuelta a la furgoneta, el presentador está claramente crecido. Tanto que el guitarrista Chris Shiflett termina sentenciando: "Pero nunca te dejaremos entrar en la banda". Carcajadas, buen rollo, ambiente distendido y de vuelta a los estudios de la CBS. ¡Dentro vídeo!
