MADRID, 14 Jun. (CulturaOcio) -
En los 10 años que lleva en antena, The Walking Dead ha dejado algunas de las escenas más memorables del género zombie de la historia. Su contenido explícito la ha convertido en una propuesta arriesgada que incluso ha recibido quejas por parte de algunos espectadores. Ahora Andrew J. West, quien dio vida a Gareth, ha reivindicado la libertad a la hora de exponer estas imágenes, cuestionándose los límites que impone la censura.
El intérprete comentó un episodio de la temporada 5 en el que Rick Grimes ejecuta a todos los supervivientes de La Terminal. "Todas las líneas se borraron y de repente piensas: '¿Qué está bien en este mundo? ¿Qué no está bien? ¿Cómo calibras cualquier tipo de brújula moral?'", dijo West en el podcast Talk Dead to Me de Skybound. "Jugó con la idea de los héroes y los villanos, complicó las cosas, eso fue lo genial de ese arco y de la serie en general", apuntó. "Fue horrible", remarcó sobre el episodio en cuestión.
Gareth también rememoró la sangrienta escena de la muerte de Sam, quien es asesinado por un miembro de La Terminal en el capítulo titulado No Sanctuary de la quinta temporada. "Recuerdo haber filmado esa escena en la que mis secuaces le cortan la garganta a los muchachos. Greg Nicotero dirigía ese episodio y recuerdo que me acerqué a él y le dije: '¿Esto se va a emitir? ¿Cuánto de esto vamos a ver?'", recordó West, que admite que creyó imposible que AMC se atreviera a emitir las secuencias. Según el actor, la violencia del episodio "no era gratuita", sino que preparaba al espectador para "lo que vendría" en la temporada de The Walking Dead.
El intérprete defendió la crudeza de estas escenas, especialmente la muerte de su propio personaje. "Fue demasiado sangrienta. Estuve sacando sangre falsa de mi oído durante semanas después de eso", bromeó.