MADRID, 27 Sep. (CulturaOcio) -
A solo un episodio de su desenlace, la segunda temporada de El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder ya se ha metido de lleno en la que promete ser su gran batalla final. Así, el séptimo capítulo ha estado marcado por un épico y sanguinario enfrentamiento entre orcos y elfos ante las murallas de Eregion. Y aunque esta batalla es un pasaje que sí está narrado en la obra de J.R.R. Tolkien, en su salto a la pequeña pantalla no se ha desarrollado exactamente igual.
((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))
Ya desde su arranque, Los Anillos de Poder ha ido presentando pequeños (o no tan pequeños) cambios en la historia respecto del canon, sin ser completamente fiel al material original. Y, como en una reacción en cadena o el efecto mariposa del que habla George R.R. Martin al lamentar ciertas variaciones en Juego de Tronos o La Casa del Dragón, muchos de estos cambios llevaban inevitablemente a otros. Así, que la guerra de Eregion en la serie de Prime Video no sería exactamente como la describió Tolkien era algo que ya se veía venir.
Para empezar, los ejércitos que en la ficción se enfrentan son liderados por Adar, que comanda las huestes de los uruks, y Elrond y Gil-galad al frente de las tropas élficas. No obstante, hay que recordar que el de Sam Hazeldine es un personaje creado expresamente para la serie y el "padre de los orcos" no aparece en los escritos originales.
En cambio, según el canon de Tolkien, en la batalla de Eregion es Sauron el que dirige a los orcos contra la ciudad élfica... y esto ocurre después de que el Señor Oscuro ya haya vuelto desde la forja de Celebrimbor a Mordor y creado su Anillo Único.
En este punto, hay que remarcar que la ficción de Prime Video ha alterado el orden en que fueron forjadas las veinte alianzas. Así, mientras que en la pantalla las primeras en elaborarse son las de los elfos, seguidas de las de los enanos y los humanos (queda aún por ver la del Anillo Único), en las novelas los anillos élficos fueron forjados después que los otros y sin conocimiento ni intervención alguna de Sauron.
Es entonces cuando el Señor Oscuro, después de forjar en Mordor su Anillo Único, tiene conocimiento de la "traición" de Celebrimbor -que tras saberse engañado forjó los tres anillos de los elfos y custodió el resto- le reclama que entregue todas las sortijas. Ante la negativa de los elfos, el señor oscuro conduce su ejército contra Eregion, conquistándola finalmente tras un duro asedio que se prolongó durante años, haciéndose con los anillos de los hombres y torturando al herrero para que le diga dónde están los otros.
UN CADÁVER COMO ESTANDARTE
Celebrimbor acaba confesando la ubicación de las alianzas de los enanos, pero no las de los elfos. Y es que, al considerarlas las más importantes y poderosas de las diecinueve, Celebrimbor sacó en secreto las tres sortijas de los elfos y entregó dos de ellas a Gil-galad, el Alto Rey que vivía en Lindon y a la dama Galadriel, que ya sería portado definitiva de Nenya, el anillo blanco.
Según narra Tolkien, tras lograr los nueve anillos de los hombres y la localización de los siete de los enanos, Sauron mató a Celebrimbor y, en un acto macabro, usó su cadáver como estandarte de sus tropas en el posterior enfrentamiento con las fuerzas élficas comandadas por Elrond. Los elfos habrían perecido entonces de no haber recibido socorro de sus congéneres de Lothlórien y, especialmente, de los enanos de Khazad-dûm. Una ayuda que en la serie de Prime Video Elrond también espera para poder cambiar las tornas.
En cualquier caso, el final de la batalla de Eregion, que es solo el incio de la gran guerra de Sauron contra elfos (y posteriormente también contra los hombres de Númeror) augura ser bastante parecido al del libro. Es decir, es casi seguro que la ciudad caerá, que Elrond podrá escapar (y, si se sigue el canon, acabará encontrando el valle de Rivendel) y que Celebrimbor morirá a manos de Sauron, que recuperará los anillos de los hombres tarde o temprano.