MADRID, 5 Oct. (CulturaOcio) -
Al basarse únicamente en los apéndices de de la obra de Tolkien y estar ambientada en una época sobre la que no hay tantos datos como es la Segunda Edad, Los Anillos de Poder llena muchos espacios en blanco dentro de la mitología de la Tierra Media e intenta dar respuesta, de forma más o menos satisfactoria a muchas cuestiones y misterios que desde hace décadas intrigan a los fans acérrimos de la saga. Y en su capítulo final, la segunda temporada de la ficción de Prime Video ha recuperado un arma legendaria que será crucial en la historia de El Señor de los Anillos.
((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))
En sus ocho capítulos, la temporada 2 de Los Anillos de Poder ha culminado respondiendo a muchas cuestiones estrechamente relacionadas con El Señor de los Anillos. Entre las más relevantes se encuentran cómo se forjaron los nueve anillos que dan título a la serie o la construcción de las Puertas de Durin que dan acceso al reino de Khazad-Dûm.
Así, además de grandes giros que reescriben el canon de Tolkien, como la confirmación de que el barbudo y harapiento personaje que responde al nombre de El Extraño (Daniel Weyman) es Gandalf, el octavo y último episodio, titulado La Sombra y la llama, ha dejado un bonito guiño sacando a relucir uno de los objetos que resultarán cruciales para cambiar el destino de la Tierra Media. Se trata de Narsil, la Llama Blanca, la legendaria espada que ya fue atisbada en el 1x04.
En este último episodio de la temporada 2 de Los Anillos de Poder, Ar-Pharazôn intensifica su cruzada contra aquellos númenóreanos que siguen manteniendo vínculos con los elfos. Consciente de la gravedad de la situación, la depuesta reina Tar-Míriel le aconseja a Elendil que escape hacia el oeste para reclamar su destino, mientras señala a Narsil, la espada conocida como la Llama Blanca.
Esta escena guarda un gran parecido con aquel momento en que Aragorn recibe de Elrond a Andúril en El Señor de los Anillos: El retorno del Rey. En este sentido, la serie de Prime Video parece querer proporcionarle a Elendil un arco similar y de igual peso narrativo al que tuvo Viggo Mortensen como el bravo montaraz en las películas de Peter Jackson.
Sin embargo, este enfoque se aleja del material original. Tolkien relata en sus escritos que Narsil fue forjada durante la Primera Edad en Nogrod, una de las ciudades enanas de las Montañas Azules, por las hábiles manos de Telchar, el enano, quien fue consagrado como el más grande herrero junto a Celebrimbor y Fëanor.
LA ESPADA QUE DERROTÓ A SAURON
Aunque no se revelan más detalles sobre la historia de esta legendaria espada, durante la Segunda Edad, Elendil, rey de Arnor y Gondor tras la caída de Númenor en la Guerra de la Última Alianza, esgrimió a Narsil contra Sauron. En los instantes finales de su batalla al pie del Monte del Destino, acometió contra el Señor Oscuro con toda su furia y, con la ayuda del soberano de los elfos noldor, Gil-Galad, lo derrotó antes de morir.
Tal y como se muestra en el prólogo de la Trilogía del Anillo rodada por Peter Jackson, la espada de Elendil se quebró y fue su hijo Isildur, a quien interpreta en su versión joven Maxim Baldry en Los Anillos de Poder, quien tomó la empuñadura fragmentada y segó un dedo de Sauron, tomando así de su mano mutilada el Anillo Único.
Y así pasaron miles de años, con la espada conservada como reliquia, hasta que Faramir y Boromir tuvieron una premonición en la que, con el resurgir del Anillo Único, además de Sauron, el descoronado sería de nuevo rey. La respuesta a este enigma fue hallada por Boromir en Rivendel. Allí la legendaria espada de Elendil había sido restaurada al final de la Tercera Edad para que Aragorn la empuñase contra el Señor Oscuro y sus ejércitos, recibiendo el nuevo nombre de Andúril.