MADRID, 29 Sep. (CulturaOcio) -
Si algo ha venido demostrando El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder es que Sauron puede tomar muchos nombres y apariencias. No obstante, quizá la imagen más icónica del gran villano y encarnación del mal en la obra de J.R.R. Tolkien sea la del gran ojo llameante que observaba todo desde una alta torre en las adaptaciones cinematográficas de la trilogía del Anillo de Peter Jackson. Una imagen que, sorprendentemente, resultó polémica al principio por alejarse del canon literario, algo que Los Anillos de Poder parece querer evitar mateniéndose más fiel, al menos en este aspecto, al material original.
((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))
Solo en la segunda temporada de Los Anillos de Poder, el Señor Oscuro se ha mostrado con cuatro apariencias distintas. Primero como Halbrand, el presunto heredero de las Tierras del Sur, y como Annatar, el Señor de los Dones con aire elfo y celestial. Pero además de las dos encarnaciones, interpretadas en ambos casos por Charlie Vickers, Sauron también se mostro en el flashback inicial de la primera temprorada con apariencia humana pero con el rostro Jack Lowden y luego como una masa viscosa semejante a Venom, el simbionte enemigo de Spider-Man en Marvel.
En definitiva, desde el principio la serie de Prime Video ha dotado a Sauron distintas presencias físicas o materiales, lo que resulta consecuente dentro de la cronología del mundo de Tolkien.
En cambio, aquella representación del villano como un enorme ojo en llamas fue una decisión creativa tomada por Jackson en su adaptación de la trilogía del Anillo, ya que, en estos libros, situados en la Tercera Edad, miles de años después de los sucesos narrados en Los Anillos de Poder, el autor solo describía a Sauron como una fuerza malvada, una presencia palpable carente de cuerpo, usando la metáfora del ojo para enfatizar su vigilancia sobre toda la Tierra Media.
Y es que el Ojo no es una forma de Sauron como tal, sino que es una figura literaria que sirve para trasladar una idea, una advertencia de que durante la Tercera Edad, aun en su forma más debilitada, el mal siempre está vigilando y acechando. Precisamente por el alcance de su mirada, uno de los sobrenombres de Sauron era "el gran Ojo".
Así, el cineasta neozelandés, para dotar de una presencia física al villano de sus películas, consciente de que Sauron no se hace corpóreo en ningún momento de la narración, materializó la metáfora mostrando un ominoso globo ocular suspendido sobre la gran torre de la fortaleza en Barad-dûr.
Y aunque ahora la imagen de Sauron como un gran ojo llameante se haya fijado dentro del imaginario del público de forma indeleble, por aquel entonces esta decisión resultó polémica entre los fans de la obra de Tolkien. No obstante, ahora, Los Anillos de Poder, que tampoco se ha librado en numerosas ocasiones de las críticas por romper el canon, ha recuperado el sentido metafórico y no literal del ojo de Sauron.
"Tarde o temprano, él verá en ti, no solo quién eres, sino quién deseas ser. Su ojo abre un hueco y el resto de él entra serpenteando", le dice Adar a Galadriel en el sexto episodio de la segunda temporada de Los Anillos de Poder. Y es que, en la serie de Prime Video, puesto que la amenaza de Sauron es más que patente al tener un cuerpo, no necesita, como sí necesitó Jackson, otra representación física, y el ojo puede seguir siendo solo una metáfora, tal como lo escribió Tolkien.
