MADRID, 1 Abr. (CulturaOcio) -
El episodio 3 de la serie X-Men '97 de Disney+ terminó con un gran giro que tuvo como protagonista al pequeño Nathan Summers, el hijo de Cíclope y Jean Grey... o mejor dicho de Madelyne Pryor. Una escena que, como bien sabrán los seguidores más versados en las aventuras de los mutantes en los cómics, será fundamental para el resto de la serie y el futuro de los X-Men.
Los dos primeros episodios de la continuación de la mítica serie de animación de los X-Men de los años 90 devolvieron a los espectadores a un mundo en el que Charles Xavier ha sido dado por muerto y en el que Magneto ha tomado el liderazgo del equipo de mutantes.
Y en su tercera entrega, X-Men '97 contó con no pocos momentos importantes como la reaparición de Mr. Siniestro, la resolución del enigma de las dos Jean Gray y la posibilidad de que Tormenta recupere sus poderes. Sin embargo, puede que lo más importante del final del episodio 3 sea lo que ocurrió con el bebé Nathan Summers, que conecta directamente con la serie original.
Y es que la serie habría mostrado uno de los momentos más esperados de los fans: el nacimiento de Cable. Este poderoso mutante capaz de viajar en el tiempo ya apareció en la serie original de los años 90, así como en la película de imagen real Deadpool 2 donde fue encarnado por Josh Brolin.
Ahora, X-Men 97 ha explicado cómo el hijo de Cíclope y Madelyne Pryor, el clon de Jean Grey, se convierte en un viajero del tiempo y adquiere sus temibles poderes.
El bebé, que ya nació en el capítulo anterior de la serie, forma parte de los planes de Siniestro, que fue también quién clonó a Jean Grey creando a Madelyne y sustituyéndola por la original. Es ella, el clon, quien tiene el hijo con Cíclope. Al descubrirlo, Madelyne comienza un oscuro descenso a los infiernos de la locura y, controlada por el propio Siniestro, se transforma en la Reina Duende atacando al resto de X-Men y secuestrando a su propio hijo, al que lleva hasta la guarida de Siniestro.
El pequeño Nathan es el objetivo final del villano, un científico del siglo XIX que comenzo a experimentar con ADN mutante logrando así prolongar su vida y adquirir enormes poderes. "Pequeño, sabes por qué tú eres mi mayor trofeo porque con la combinación única de la genética de tus padres tu potencial es ilimitado y tus poderes incalculables. Pero antes hay que hacerte invulnerable. Una nueva raza de criaturas perfectas nacerá esta noche por obra y gracia de mi voluntad y mi ingenio", afirma Mr. Siniestro.
EL ORIGEN DE CABLE EN LOS CÓMICS
El villano le transmite un extraño virus tecnoorgánico. En el presente no existe cura y, cuando los X-Men rescatan al pequeño, no les queda más remedio que confiarlo a Bishop, que se lo lleva al futuro sin posibilidad de regresar. Una decisión dolorosa pero necesaria para salvar la vida del pequeño y que dará como resultado al poderoso Cable, tal y como ocurre en los cómics.
Eso sí, la serie ha modificado algunos puntos de la historia de origen de Cable. Y es que en las grapas el bebé era infectado por Apocalipsis, no por Mr. Siniestro, tal y como relata el número 68 de la serie titulada X-Factor, publicado en mayo de 1991. Además, quien se lo lleva al futuro para curarlo no es Bishop sino el Clan Askani. Concretamente, quien toma al pequeño Nathan es Rachel Summers, la hija de Cíclope y Jean Grey -y por tanto hermana de Cable- de otra realidad en un giro aún si cabe más enrevesado.
Creado en los cómics en 1986, Cable ya apareció en la serie original en su versión adulta y que ha saltado incluso a la gran pantalla encarnado por Josh Brolin en Deadpool 2. Se trata de un mutante que cuenta con enormes poderes no solo por su linaje, al ser descenciente de dos seres tan poderosos como Cíclope y el clon de Jean Grey, sino también con otros derivados del propio virus con el que fue infectado y de la avanzada tecnología del futuro. Así, entre las habilidades de Cable destacan la proyección astral, la creación de campos de fuerza, las capacidades telequinéticas y su brazo y ojo izquierdo tecnoorgánicos.
