MADRID, 22 Jul. (CulturaOcio)
El sexto episodio de la segunda temporada de La Casa del Dragón ha seguido la estela del quinto, explorando la situación y estrategias de ambos bandos sin enfrentarlos directamente de nuevo. Tanto los Verdes como los Negros tienen motivos para estar preocupados, especialmente sus líderes. Mientras Aegon permanece postrado en cama, recuperándose lentamente de sus quemaduras, Rhaenyra ve cómo su propio consejo de nuevo cuestiona sus decisiones, pero en esta entrega recibe algo más que una inesperada muestra de lealtad por otro de los personajes de su corte.
((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))
La muerte de Rhaenys en Reposo del Grajo fue un duro golpe para Rhaenyra, no solo porque supuso la pérdida de uno de los mejores dragones con los que contaba, sino también porque su tía, la reina que nunca fue, era su mejor aliada dentro del Consejo Negro. Y es que si bien sus miembros apoyan el derecho al Trono de Hierro de la hija de Viserys I, muchos de ellos no la respetan lo suficiente y la subestiman y desprecian por el mero hecho de ser mujer. Así, Rhaenyra se ve continuamente desautorizada, incluso por su propio hijo, el joven príncipe Jacaerys, que duda de sus capacidades.
En la sexta entrega de la ficción, la Targaryen comparte sus preocupaciones con Mysaria, quien la aconseja y reitera su fidelidad a su causa. "El mundo es frío y cruel, y hay pocos en él que sean leales. Tú, creo, eres leal. Me has visto como digna, como una igual, incluso. Por eso, te serviré. Creo que estás destinada a ser reina", afirma la mujer conocida como Gusano Blanco. Después de esta sincera declaración, ambas mujeres se funden en un abrazo que va a más... y acaba en un apasionado beso en la boca que se ve abruptamente interrumpido.
El personaje de Sonoya Mizuno se quedó en Rocadragón después de que Rhaenyra honrara la palabra de su marido y la dejara marchar tras haber ayudado a Daemon en el infame episodio de Sangre y Queso. En vez de embarcarse hacia la libertad que tanto deseaba, Mysaria decidió advertir a la reina sobre la llegada de Ser Arryk, que, fingiendo ser su hermano gemelo, se disponía a matar a Rhaenyra. Desde entonces, se quedó al lado de la reina, aconsejándola en los momentos de mayor tribulación.
Ante la vulnerabilidad de Rhaneyra, que le expresa sus dudas y dificultades, Mysaria revela en el sexto episodio su trágico pasado. La mujer confiesa que juró no volver a fiarse de ningún hombre tras los brutales abusos de su padre, quien la violó repedidamente y, cuando quedó embarazada, la hizo abortar y la dio por muerta. Mientras que Daemon también la utilizó, fue Rhaneyra quien le mostró compasión y justicia, por lo que la apoyará.
El emotivo momento culmina en beso, dejando claro el acercamiento entre ambas mujeres. Y es que, rodeada por hombres que cuestionan su autoridad y su valía, no es de extrañar que Rhaenyra encuentre en Mysaria a su única aliada real y, en ella y sus brazos, un lugar seguro, un sincero y reconfortante refugio. No obstante, está por ver si la relación entre ambas va más allá.
MYSARIA EN EL LIBRO
Mientras que el personaje de Mizuno despierta simpatía entre los fans, aquellos que han leído Sangre y Fuego, el libro de George R.R. Martin en que está basada la serie, tienen una visión algo distinta de Mysaria. Y es que en la novela, la astucia de la mujer es por lo visto similar a la de figuras más retorcidas como Larys. Por lo tanto, y conociendo que la lealtad de Gusano Blanco siempre ha estado con el pueblo llano y nunca con la nobleza, se podría sospechar que Mysaria esté manipulando a Rhaenyra.
Cabe destacar que el beso entre ambas mujeres, ni tampoco ningún tipo de acercamiento de esta índole, se relata en el material original, el libro Fuego y Sangre de George R.R. Martin en el que se basa la serie. Por ello, teniendo en cuenta las libertades que se toma la ficción respecto de la obra original, habrá que esperar para ver el papel que desempeña Mysaria en la Danza de Dragones y cómo evoluciona su relación con Rhaenyra tras este primer y muy sorprendente beso.