MADRID, 29 Nov. (CulturaOcio) -
A la espera del lanzamiento de la cuarta temporada de Black Mirror, Netflix sigue alimentando las expectativas de los fans de la distopía de Charlie Brooker con un nuevo tráiler. En este caso es el turno de Black Museum, el tercer episodio de la nueva tanda que promete ser muy inquietante.
Los caminos de la tecnología, aplicados al crimen, pueden tomar cualquier desvío. Es el caso del Black Museum de Rolo Haynes (Douglas Hodge), una estremecedora atracción que no dejará indiferentes. El propietario, conocedor de la intensidad de su 'museo', avisa: "No es apto para cardíacos".
Herramientas del crimen de todo tipo inundan el oscuro lugar. Y es que "hay un relato triste y enfermizo detrás de cada objeto", como bien afirma Haynes, mientras se ilustran aquellas traumáticas situaciones a las que el propietario hace referencia.
"Puedes inflingirte daño a ti mismo, pero no terror". Así anuncia Haynes su atracción estrella: una especie de simulador del pánico que puede irse de las manos.
El episodio, rodado entre España e Inglaterra, está dirigido por Colm McCarthy y escrito por Charlie Brooker. Junto a Hodge (El infiltrado, Catastrophe), componen el reparto Letitia Wright (Humans, Ready Player One) como Nish y Babs Olusanmokun (Raíces, Los Defensores de Marvel) como Clayton.
La premisa de Black Mirror es la narración de la inquietud colectiva en torno a un mundo moderno. Sus episodios son desalentadores y están repletos de suspense, inoculando en el espectador la paranoia sobre las nuevas tecnologías y su colonización de cada vez más aspectos de la vida y el día a día.