MADRID, 5 Ago. (CulturaOcio) -
La segunda temporada de La Casa del Dragón ha llegado a su fin. Aunque el octavo episodio está lejos de suponer el desenlace definitivo de la Danza de Dragones es innegable que prepara el terreno para el mismo. En este sentido, uno de los eventos más determinantes del capítulo titulado La mujer que debía reinar ha sido la visión de Daemon Targaryen que ha llevado a dar un giro radical al personaje encarnado por Matt Smith.
((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))
Daemon lleva sufriendo alucinaciones desde que tomara Harrenhal. Sea cual sea su causa, que muchos atribuyen a las maquinaciones de Alys Ríos y otros a la naturaleza maldita de la fortaleza, lo cierto es que han sido clave en el arco del personaje en esta temporada, si bien hasta ahora no se sabía qué decisión le iban a impulsar a tomar.
La lealtad del rey consorte ha sido puesta en duda desde que abandonara Rocadragón y se negara a comunicar sus avances o incluso intenciones a Rhaenyra. Las visiones que lo asaltaban ponían de manifiesto el resentimiento que aún albergaba hacia su mujer, por haber sido elegida heredera en vez de él y algunos detalles apuntaban a la posibilidad de que acabara traicionándola y reclamando el Trono de Hierro para sí. No obstante, la última visión que ha tenido Daemon en la temporada ha sido decisiva, ya que tras la revelación de la Canción de Hielo y Fuego, el rey consorte muestra ya su apoyo incondicional a su mujer y sobrina.
Como en tantas otras ocasiones, el Targaryen se desvela, pero esta vez, Alys Ríos está sentada en su cama y le anima a ir al Bosque de Dioses con ella. En esta ocasión, el propio Daemon propicia la visión, acercando su mano al tronco del árbol corazón, que parece sangrar. Es entonces cuando el orgulloso guerrero entra en un trance que será decisivo para él... y puede para que la historia de Poniente.
EL CUERVO DE TRES OJOS
Lo primero que ve el príncipe es a un hombre enrredado entre las raíces de un arciano. Dada la mancha roja en forma de cuervo que presenta dicho personaje en la mejilla, los fans de los libros de George R.R. Martin enseguida lo han identificado como Brynden Ríos, un bastardo Targaryen todavía por nacer.
Apodado Lord Cuervo de Sangre por la marca de su cara, tras años en la corte, donde se ganó fama de buen guerrero, astuto consejero e incluso hubo quien lo señaló como hechicero, Brynden fue envíado al Muro muchos creen que se convirtió en el Cuervo de tres ojos, algo que, si bien los libros de George R.R. Martin nunca han confirmado, la ficción ha sugerido ahora con mucha fuerza.
LOS CAMINANTES BLANCOS
Daemon ve entonces un ejército de Caminantes Blancos. Aunque la figura que los lidera no coincide en apariencia con el Rey de la Noche de Juego de Tronos, de hecho, es notable su cabellera blanca, que algunos no han dudado en relacionar con la Casa Targaryen, como un símbolo de que su mayor enemigo son ellos mismos.
En todo caso, la visión de este caminante, con una apariencia muy similar a uno en concreto que ya apareció en varias ocasiones en Juego de tronos, hace comprender a Daemon la amenaza que enfrenta Poniente y creer al fin en el sueño de Aegon el Conquistador, la Canción de Hielo y Fuego. Así, cuando Rhaenyra acude a Harrenhal este le dice en valyrio la famosa frase, "se acerca el invierno".
MUERTE DE DAEMON
Para que los Caminantes Blancos representen una amenaza real, sin embargo, aún quedan casi 200 años pero Daemon también tiene una visión de un futuro mucho más cercano y que le atañe directamente a él. Así, el rey consorte contempla el cadáver de Caraxes y a sí mismo en un lago.
Y es que, tal y como profetizó Alys, Daemon morirá en las afueras de Harrenhal, en el Ojo de Dioses, enfrentándose a Aemond y Vhagar. Los dos jinetes y los dos dragones perecerán en el combate.
DAENERYS Y EL PRÍNCIPE QUE FUE PROMETIDO
Un cometa rojo y tres huevos de dragón en un nido de llamas preceden a la aparición de un personaje fácilmente reconocible. Se trata, efectivamente y sí, de Daenerys Targaryen. Aunque la mujer tan solo es una figura desnuda de espaldas sentada en un páramo, la visión de los tres huevos ardientes y después de las tres crías de dragón que sostiene confirman sin duda que se trata de la Khlaessi, justo después del funeral de Khal Drogo cuando sobrevive al fuego y sus huevos eclosionan.
La directora de la ficción ya confirmó que tres de los huevos que Rhaenyra dejó al cargo de su sobrina en el tercer episodio de la segunda temporada, eran los mismos que recibiría Daenerys casi doscientos años después como regalo de bodas. Y la visión de Daemon no hace más que reforzar esta conexión.
Por otro lado, con la aparición de la Madre de Dragones, la serie parece apuntar que ella era "el príncipe que fue prometido", el líder que debía unir los Siete Reinos en el Largo Invierno. La visión de Daemon, en la que Rhaenyra está sentada en el Trono de Hierro, indica que dicho salvador surgirá de su sangre, lo que sin duda es una razón de peso que le lleva a apoyar su causa finalmente.
HELAENA HA TENIDO LA MISMA VISIÓN
Por último, la visión de Daemon lo confronta con alguien inesperado. Así, el Targaryen se encuentra cara a cara con la reina Helaena, quien le dice que "todo es una historia" y él tan solo es una parte de la misma... Una parte y un destino que ahora ya conoce. "Sabes lo que has de hacer", le dice la reina consorte de los Verdes.
Al acabar la visión de Daemon, Helaena, con la misma ropa con que había aparecido en esta, le adelanta a su hermano Aemond cómo morirá. La hija de Alicent y Viserys ha estado caracterizada desde el principio por lanzar extrañas profecías que más tarde acababan cumpliéndose y es que la joven parece tener cierto poder clarividente y habría visto lo mismo que ha presenciado Daemon en este capítulo: el futuro, más allá de la Danza de Dragones.