MADRID, 1 Nov. (CulturaOcio) -
Todavía está por ver cuál será el papel de cada uno de los descendientes Targaryen en la segunda temporada de La Casa del Dragón. Pero lo que ha dejado claro la primera tanda de episodios, sobre todo en su tramo final, es que Aemond, el tercer hijo de Alicent Hightower y el rey Viserys, es el miembro más misterioso y amenazante de los Verdes.
El comportamiento del jinete de Vhagar durante la primera temporada ha sido el compendio de los peores rasgos que, tradicionalmente, adornan a los Targaryen: altivo, cruel, violento, y con ese punto de ferocidad imprevisible que hace que muchos de ellos sean considerados locos. "Locura y grandeza son dos caras de la misma moneda y cada vez que un Targaryen nace, los dioses lanzan la moneda al aire y el mundo aguanta la respiración para ver de qué lado caía", le dijo Ser Barristan Selmy a Daenerys en Juego de tronos.
El último capítulo termina con una muerte aparentemente fortuita pero en la que la participación de Aemond fue esencial. Teniendo en cuenta que se trata de una tragedia que marca un punto de inflexión de cara a desatar la esperada Danza de los Dragones, lo que ha llevado al showrunner de la serie a explicar su punto de vista respecto a la actuación del personaje en el final de temporada.
((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))
En una entrevista concedida a The Hollywood Reporter, Ryan Condal ha explicado que, a pesar de su actitud cruel y desafiante y su implicación en la muerte de su sobrino Lucerys tras la pelea entre sus dragones Vaghar y Arrax, el joven Aemond "es un personaje tremendamente complejo, no un villano". El creador explica que la expresión de su rostro era de sorpresa, no de culpabilidad y afirma que no siente remordimientos tras lo sucedido, aunque ha descartado que el comportamiento del joven príncipe sea el propio de un psicópata.
"Está claro que Aemond no se culpa por la muerte de Luke (Lucerys)", declara Condal. El guionista señala que el personaje sufrió bullyng en su niñez y fue "objeto de mofa durante una parte de su vida por no tener un dragón". Un acoso que le hizo perder un ojo después de que el propio Lucerys le cortara en la cara con una daga.
"Ahora que tiene uno, el más grande del mundo, Aemond estaba demostrando a su rival (en la escena de la muerte) que no se deja intimidar. Trata más de jugar con su sobrino que de convertirse en un asesino de gente de su familia", opina el showrunner.
Condal concluye dejando claro de que se trata de una escena compleja: "Aemond no se siente culpable, pero tampoco es un psicópata sin una línea de pensamiento lógica", señala el productor.
Estas declaraciones por parte del responsable de la ficción basada en la novela Fuego y Sangre, de George R.R. Martin, refuerzan los acontecimientos del final del de la temporada. Aemond no trata en ningún momento de matar a Lucerys, pero su inexperiencia como jinete y la desobediencia de Vhagar, un dragón de más de 100 años que ha acompañado a reyes Targaryen durante toda su vida, llevaron a que la bestia arremetiera sin control contra sus presas. Cabe mencionar también el cáracter asustadizo de Lucerys que se contagia en su dragón Arrax, igualmente joven e inexperto.
Como bien menciona el fallecido rey Viserys en el primer capítulo de la serie: "La idea de que los Targaryen controlamos a los dragones es una ilusión". Frase que se ha encargado de confirmar el episodio final, en el que una pelea entre bestias ha propiciado el comienzo de la temida Guerra Civil.
EL CAMBIO FRENTE A LA NOVELA
En el libro, sin embargo, Aemond es un personaje mucho más agresivo y sanguinario de lo que ha presentado la serie. El hijo menor de la reina Alicent trata de dar caza a su sobrino durante la tormenta y lo asesina en un acto de venganza. Mientras en la ficción se presenta como un accidente, en los libros no parece para nada que fuera un ataque no buscado o fortuito.
"De haber estado el cielo más calmado, el príncipe Lucerys podría haber huido de su perseguidor, pues Arrax era más joven y rápido, pero 'aquel día era tan negro como el corazón del príncipe Aemond', dice Champiñón, por lo que los dragones convergieron en la bahía de los Naufragios. Los que observaban desde la muralla vieron ráfagas de fuego a lo lejos, y oyeron un grito por encima de los truenos. A continuación, las dos bestias se enzarzaron en el cielo hendido de relámpagos. Vhagar era cinco veces mayor que su rival, además de una veterana curtida en cien batallas; si hubo pelea, no debió de ser muy larga", escribe Martin en Sangre y Fuego.
El comportamiento psicópata del hijo menor de Viserys en la ficción pasa por solicitar a su sobrino que se arranque un ojo en compensación a su agresión. Algo que también solicita su madre, Alicent Hightower, cuando tiene lugar el incidente, en el capítulo 7.
