MADRID, 10 Oct. (CulturaOcio) -
La Casa del Dragón se encamina, indefectiblemente, hacia el estallido de La Danza de Dragones. Las constantes riñas y desavenencias entre la princesa Rhaenyra y la reina consorte Alicent Hightower, y los hijos de ambas, amenazan con hacer añicos la unidad de de la casa reinante y sumir Poniente en una gran guerra por la sucesión. Un conflicto de consecuencias nefastas que, con las pocas fuerzas que le quedan, intenta evitar Viserys Targaryen, que de nuevo ha aludido a La Canción de Hielo y Fuego, el sueño de Aegon sobre un príncipe Targaryen que uniría a los Siete Reinos frente a un enemigo común.
((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))
Dicha profecía vuelve a hacer acto de presencia en el octavo episodio de la serie. El rey, cada día más y más enfermo, se encuentra en un punto de no retorno intentando arreglar las cosas entre las familias de su hija y su esposa. En su visita a Desembarco del Rey, Rhaenyra le pregunta a su demacrado padre si de verdad cree que la Canción de Hielo y Fuego es cierta. Fue el sueño de Aegon el Conquistador, pero la princesa duda de que fuese real porque ve cómo el reino se divide sin remedio.
"¿Crees que La Canción de Hielo y Fuego es cierta?", pregunta la princesa. "Sí, el sueño de Aegon", responde su padre entre estertores. "Me dijiste que era nuestro deber mantener en reino unido contra un enemigo común. Pero al nombrarme heredera dividiste el reino. Creí que quería serlo... pero es una pesada losa, muy pesada", dice entre lágrimas Rhaenyra al que Viserys se refiere como su "única hija".
"Si quieres que cargue con ella defiéndeme, defiende a mis hijos", le implora la princesa. Y será eso, el afán no solo por defender a su descendiente más querida sino también por salvaguardar la profecía, lo que dará fuerzas al rey para levantarse de la cama y, soportando un dolor inhumano sin tomar su leche de amapola, y defender el derecho de su nieto Velaryon como heredero de Marcaderiva y, así, reconfirmar la posición de Rhaenrya como su heredera.
Más adelante, en su lecho de muerte, Viserys recibe las atenciones de su esposa Alicent, a quien en su agonía el monarca confunde con su hija. "Me preguntaste si era cierta, si creía que era cierta. Aegon. El sueño. La Canción de Hielo y Fuego es cierta. Lo que vio en el norte. El príncipe que fue prometido. Unir el reino contra el frío y las tinieblas. Eres tú, eres la elegida. Debes hacerlo", afirma el moribundo Viserys ante la atónita mirada de su esposa, que considera que se refiere a que su hijo Aegon, su segundo vástago y primero varón, debe ser quien gobierne y no Rhaenyra.
Esta profecía es en realidad uno de los pasajes o leyendas más importantes en la historia de los Siete Reynos y, también, los grandes nexos de unión entre La Casa del Dragón y Juego de Tronos. Ya en el primer episodio de la serie, el rey le explicó con mayor detenimiento a Rhenyra, justo antes de nombrarla su heredera, lo que significa ese sueño profético de Aegon y todo lo que implica para la corona que algún día tomará.
"Fue un sueño. Al igual que Daenys anticipó el final de Valyria, Aegon anticipó el fin del mundo de los hombres. Comenzaría con un crudo invierno procedente del lejano norte. Aegon vio la oscuridad absoluta a lomos de esos vientos del norte. Lo que habitase en ellos destruiría el mundo de los vivos. Cuando llegue el gran invierno, Rhaenyra, todo Poniente deberá enfrentarse a él. Y para que el mundo sobreviva, un Targaryen debe ocupar el Trono de Hierro. Un rey o una reina tan fuerte como para unir al reino contra el frío y las tinieblas". Viserys se refiere a la batalla contra el ejército de muertos, contra los Caminantes Blancos comandados por el Rey de la Noche.
DOS CANDIDATOS, UNA PROFECÍA
El moribundo Targaryen cree que Rhaenyra es la elegida para llevar a cabo la hazaña. Sin embargo, gracias a Juego de Tronos se sabe que no es exactamente así. En realidad, la princesa no es la elegida, sino que lo será alguien de su futura descendencia. Y con la serie original se presentaron dos grandes candidatos: Jon Nieve y Daenerys Targaryen. Ambos colaboraron en la Batalla de Invernalia para librar al mundo de la noche eterna. Pero, pese al constante debate en las últimas temporadas por resolver el misterio, finalmente la producción de HBO dejó en el aire la duda de quién era realmente el príncipe (o princesa) que fue prometido.
Por un lado, la madre de dragones unió pueblos en su camino, es la gran descendiente de los Targaryen, ocupó el Trono de Hierro... Y contaba con dragones que pueden hacer frente al ejército del Rey de la Noche. Por otro lado, Jon Nieve es el hijo secreto de Lyanna Stark y Rhaegar Targaryen (el hielo y el fuego), Rey en el Norte y la otra gran figura capaz de unir casas, familias y ciudades en una misma lucha... sin olvidar que él también fue jinete de dragón porque la sangre Targaryen corría por sus venas.
Cuando George R. R. Martin publique, al fin, los dos últimos libros, será cuando, presumiblemente se despejarán las dudas. Pero, por el momento, en La Casa del Dragón la estirpe de Rhaenyra debe prevalecer.