La Casa del Dragón cambia un elemento clave del libro en la Danza de Dragones
MADRID, 9 (CulturaOcio)
La Danza de Dragones al fin ha estallado en el cuarto episodio de la segunda temporada de La Casa del Dragón. La entrega ha presentado la primera gran batalla entre las colosales criaturas aladas de los Verdes y los Negros, enfrentando a tres escupefuego montados por sus respectivos jinetes... Y aunque el desenlace de la contienda es similar al recogido en Fuego y Sangre, la novela de George R.R. Martin en que está basada la ficción, la serie ha incluido un cambio más que significativo en su desarrollo.
((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))
El suceso clave del capítulo 4 es sin duda la Batalla de Reposo del Grajo. En una estratagema ideada por Ser Criston Cole y Aemond Targaryen, el ejército de los Verdes se dirige a tomar la pequeña fortaleza de Lord Staunton, en vez de Harrenhal, que era el movimiento que todos esperaban... incluido el propio rey, Aegon II.
Y es que el ataque a Reposo del Grajo era en realidad un cebo para que los Negros enviasen un dragón y este fuera presa fácil para el descomunal Vhagar, que aguardaba oculto en el bosque junto a su jinete, esperando la señal para unirse a la refriega y tomar por sorpresa al dragón enemigo.
No obstante, entra en juego un elemento con el que ni Cole ni Aemond contaban: la intervención del rey Aegon quien, cansado de permanecer al margen, decide por su cuenta y riesgo montar a Fuegosol y entrar en combate. Dada la inexperiencia tanto de la criatura como del jinete, ambos enseguida son superados por Rhaenys y Meleys, a quienes Rhaenyra había enviado a la batalla.
EL CAMBIO RESPECTO AL LIBRO
Aemond no responde enseguida a la llamada del cuerno, dejando que sea su "necio" hermano quien primero se enfrente al enemigo, una decisión que sin duda muestra su poco interés por el destino que pueda correr el rey.
Y cuando por fin aparece, para gran regocijo de Aegon cuyo dragón se encontraba en una situación crítica a merced de las fauces del enemigo, su primera acción es más que inesperada, ya que al grito de "Dracarys", no solo lanza fuego sobre Rhaneys y Meleys sino también sobre su propio hermano... algo que no ocurre exactamente así en la novela de Martin.
En Fuego y Sangre, los hermanos Targaryen luchan juntos contra Rhaenys y ‘la Reina Roja’, derrotándolas al final, aunque Aegon resulta gravemente herido en la lucha. En esencia, el desenlace de la batalla parece ser el mismo tanto en la serie como en el libro, con Rhaenys muerta y Aegon incapacitado.
LA RELACIÓN ENTRE AEGON Y AEMOND
Así, el cambio efectuado en la serie no tiene por qué alterar el curso de los acontecimientos tal y como los presenta la novela: el rey queda postrado en cama durante un año y Aemond se convierte en regente, aunque sí que añade una nueva capa a la ya de por sí muy difícil relación entre el personaje de Ewan Mitchell y su hermano, cuyo rostro de pavor ante el Dracarys de Aemond era evidente, sabedor de que su hermano era consciente de que el ataque de Vhagar también lo alcanzaría.
La espinosa relación entre los dos hijos de Alicent ha sido retratada en la ficción desde prácticamente la primera aparición de ambos. Y es que desde que eran niños, Aegon se burlaba cruelmente de Aemond, sobre todo por no haberse vinculado con un dragón (algo que conseguiría más tarde, reclamando a Vhagar). El menosprecio del hermano mayor al menor se mantuvo con el paso de los años y si bien Aemond parecía soportarlo más estoicamente, sin duda acusaba cada agravio, guardándolo en su interior.
De hecho, en el episodio anterior, Aemond sufría de nuevo las burlas y la humillación de su hermano, cuando este lo encontraba en un burdel, desnudo y vulnerable con la prostituta con la que perdió la virginidad, algo que a Aegon le hace mucha gracia y aprovecha para ridiculizarlo enfrente de los soldados.
Así, esta última ofensa podría haber sido la gota que colmaba el vaso, por lo que Aemond no habría desperdiciado la oportunidad de librarse de su abusón pariente, a la par que debilitar a un enemigo, lanzando fuego contra ambos.
Por otro lado, no es solo que Aemond odie a Aegon por su conducta hacia él, sino que además cree que no es digno de ocupar el Trono de Hierro. Así, ya había empezado a mover algunos hilos en la sombra, actuando a espaldas de su hermano, por ejemplo, al idear la trampa de Reposo del Grajo. Pero ahora, con Aegon II convaleciente, el personaje de Mitchell será libre de actuar como rey.