MADRID, 26 Jul. (CulturaOcio) -
La segunda temporada de La Casa del Dragón ha separado (emocional y físicamente) a la pareja más popular de la ficción. Daemon lleva ya varios capítulos lejos de su esposa y sobrina, Rhaenyra.
Tras la discusión ocasionada por el infame asesinato de Jaehaerys Targaryen a manos de Sangre y Queso, el rey consorte dejó Rocadragón y tomó Harrenhal, presumiblemente en nombre de su mujer, pero ninguno ha vuelto a comunicarse con el otro y los últimos eventos hacen más que difícil una posible reconciliación.
((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))
Desde que Daemon llegara a Harrenhal, ha sufrido terribles alucinaciones que, además de impedirle descansar, le han confrontado consigo mismo a través diversos pesronajes de su pasado. La primera visión, de hecho, tenía como protagonista a la joven Rhaenyra (de nuevo encarnada por Milly Alcock), quien le echaba en cara la muerte del hijo de Aegon y cómo había manchado su reputación.
En otro sueño, la hija de Viserys le acusa de estar intentando destruirla, a pesar de haberla creado, todo porque su padre la quería más que a él, ante lo que Daemon le corta la cabeza. Si alguna duda quedaba sobre si el príncipe Targaryen aún albergaba resentimiento hacia su sobrina porque su hermano la hubiese nombrado heredera en vez de a él, su estancia en Harrenhal está dejando claro que así es.
Si bien Daemon mismo puso una corona sobre la cabeza primero de Viserys y después de la de Rhaenyra, tratando de mostrar con ello su lealtad a dichos monarcas, es obvio que nunca ha dejado de codiciar el Trono de Hierro. El orgulloso y altivo Targaryen sin duda está dividido, porque en el fondo, nunca dejó de creer que él era el mejor candidato para reinar, tal y como le confiesa a Alys Ríos en el sexto episodio de la segunda temporada de la ficción.
Aunque en teoría Daemon actúe a favor de los Negros, luchando por el derecho de Rhaenyra y reuniendo un ejército en su nombre, sus aspiraciones son claras y es que él mismo exige en Harrenhal que se le llame rey y no "rey consorte". Así, el personaje de Matt Smith no parece dispuesto a ser menos que su mujer una vez recupere el trono sino, como mínimo, reinar en igualdad de condiciones.
Pero no es solo que Daemon lleve años ansiando ser rey de Poniente, sino que además, parte del resentimiento que siente hacia Rhaenyra se debe a carencias afectivas que no ha llegado a superar. Como muestran sus visiones, al príncipe le dolía más de lo que parecía la opinión que de él tenía su hermano.
Dado su carácter, en vez de plantearse sus decisiones pasadas, Daemon atribuye aun inconscientemente todo lo que le atormenta a su mujer, echándole las culpas y demonizándola poco a poco. Este proceso sin duda se ve aumentado dada la larga separación entre ambos, que le impide verla de manera más objetiva o recordar su supuesto amor hacia ella, centrándose solo en su amargura. Si la distancia se prolonga y los sueños continúan, es probable que Daemon desarrolle una verdadera aversión hacia su esposa.
RHAENYRA NO CONFÍA EN DAEMON
Por otro lado, Rhaenyra prácticamente dejó de contar con Daemon cuando este abandonó Rocadragón, algo que no se cansa de repetir cada vez que alguien le saca a colación. La reina no ha recibido noticias de su marido, a pesar de que en teoría ha conquistado Harrenhal para su bando, por lo que lo deja fuera de sus planes.
Aun más, Rhaenyra incluso teme que el príncipe la haya traicionado y pretenda luchar en su propio nombre, preocupaciones que confiesa a Mysaria en el sexto capítulo de La Casa del Dragón, en un momento de vulnerabilidad e intimidad entre ambas. Mysaria conoce bien a Daemon, ya que fue su amante antes que Rhaenyra y, como esta, sabe que el Targaryen solo actúa movido por sus propios intereses.
Aunque la reina considere que ella y su tío son "mitades de un todo", también es consciente del difícil carácter de Daemon. "Deseaba poseerme, pero no ser poseído", le dice Rhaenyra a Mysaria. Y es que ella misma sabe que una parte de Daemon le guarda rencor por el tema de la sucesión y la relación de ambos con Viserys.
UNA RECONCILIACIÓN DIFÍCIL
La conversación entre Mysaria y Rhaenyra acaba con ambas fundiéndose en un abrazo que termina convirtiéndose en un apasionado beso. Este momento podría augurar un acercamiento íntimo entre ambas mujeres, por lo que la reina habría encontrado consuelo en otros brazos en la ausencia de Daemon, lo que sin duda puede complicar su situación conyugal de reunirse de nuevo.
Independientemente de que la pareja supere sus diferencias y vuelva a trabajar codo con codo, de lo que no cabe duda es de que los actores están deseando compartir más escenas juntos. Y es que Emma D'Arcy confesó en una entrevista concedida a Variety que había pedido expresamente más tiempo en pantalla con Smith en la próxima temporada de La Casa del Dragón.
