MADRID, 12 Jul. (CulturaOcio) -
Con el estreno de sus primeros CUATRO capítulos, la segunda temporada de La Casa del Dragón ha sellado el destino de la casa Targaryen, desatando la guerra civil conocida como Danza de los Dragones. Aparte de las brutales batallas y muertes de estos capítulos, algunos movimientos políticos resultarán de vital importancia para el devenir del conflicto, como la elección de una nueva Mano del Rey por parte de Aegon II... Una decisión que no podría ser más desacertada.
((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))
Tras el cruel asesinato del príncipe Jaehaerys, el rey Aegon II clama venganza, dejándose llevar por el odio y la rabia y desoyendo a todo aquel que le aconseje prudencia. Mientras que Otto Hightower ve la desgracia como una oportunidad para destruir la imagen de Rhaenyra, privándole de todo aliado al acusarla de infanticidio, el impusivo rey prefiere verla muerta cuanto antes.
Siguiendo los deseos del monarca, que coinciden con los suyos propios, Ser Criston Cole, Lord Comandante de la Guardia Real, envía a Ser Arryk Cargyll a Rocadragón para que, haciéndose pasar por su gemelo, leal a los Negros, asesine a Rhaenyra. Un movimiento que Aegon II aplaude y Otto Hightower reprueba.
Así, el joven rey decide destituir a su propio abuelo como Mano, que tenía una amplia experiencia en el cargo habiendo servido a Jaehaerys I y Viserys I antes que a Aegon y nombra nueva Mano a Ser Criston. Y es que Aegon II no acaba de entender las complejidades del juego de tronos, afirmando que prefiere derramar sangre a derramar tinta y por tanto considerando de mayor utilidad las acciones del Lord Comandante a cualquier artimaña política.
EL GRAN PODER DE LA MANO
La Mano del Rey es la segunda persona más poderosa de los Siete Reinos aunque en muchas ocasiones, y dependiendo del caracter o las habilidades del monarca, incluso la más poderosa. Así, quién ostente el cargo no es un hecho a pasar por alto, sobre todo con una guerra en ciernes. A diferencia de lo que trataba de hacer Otto Hightower, Ser Criston no contendrá los peores impulsos del rey e incluso los alentará.
Ser Criston es un soldado, con experiencia en la batalla pero no en la política de las casas, por lo que preferirá la acción directa a las sutilezas en las que otras Manos de Poniente, como Otto Hightower o, décadas después Tywin Lannister, son tan hábiles. El Lord Comandante está profundamente marcado por su odio personal hacia Rhaenyra y pensará en su propia venganza antes que en el bienestar de los Siete Reinos o incluso del bando al que sirve.
SU PRIMER GRAN ERROR
Es más, su primera gran decisión ha sido urdir en secreto junto a Aemond, y a espaldas de su rey, la emboscada a los Negros de la Batalla de Reposo del Gajo. Y si bien esta trampa terminó con la muerte de Rhaenys Targaryen y su experimentada dragona Meleys, no hay que olvidar que tuvo también un tremendo daño colateral, la casi muerte de Aegon, el rey al que Criston, como mano y como Lord Comandante de los Capas Blancas, debe proteger por encima de todo. Y es que, una vez más el soldado le ganó la partida al político a la hora de medir las posibles consecuencias de sus actos.
Cierto es que Otto Hightower era una Mano astuta que manipulaba a los monarcas que servía, a menudo para beneficio de su propia casa, pero su ambición y comprensión del juego que jugaba, le hacían un valioso consejero. Por el contrario, el objetivo simple y visceral de Ser Criston, así como el hecho de que más que un consejero vaya a actuar como espada de Aegon, le hacen una opción más que desacertada para el cargo que se le ha otorgado.
Por otro lado, cabe mencionar que Ser Criston Cole se ha convertido en uno de los personajes más odiados de la serie, precisamente debido a su animadversión hacia Rhaenrya. Lamentablemente, esto se ha reflejado en ataques de odio al actor que lo encarna, Fabien Frankel, por parte de fans incapaces de distinguir ficción de realidad.