La Casa del Dragón: Todos los cambios del final de la temporada 2 respecto al libro
MADRID, 7 (CulturaOcio)
Con el estreno de su octavo episodio, la segunda temporada de La Casa del Dragón ha acabado su andadura en Max. Como muchos saben, la ficción está basada en la novela Fuego y Sangre, escrita por George R.R. Martin, por lo que aquellos que han leído el libro creen conocer lo que aguarda a Poniente en la siguiente tanda de capítulos. No obstante, la serie ya se ha desviado en numerosas ocasiones del material original y algunos cambios en el final de temporada resultan especialmente determinantes para el futuro de la Danza de Dragones.
((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))
En esencia, La Casa del Dragón se ha mantenido fiel a Fuego y Sangre, pero no ha dejado por ello de modificar numerosos, aunque pequeños detalles. Y a pesar de que estos cambios, por sí solos generalmente no suponían una desviación significativa de la trama, todo va sumando... Así, a través de algunas decisiones que han tomado los responsables de la ficción, esta podría haber marcado un nuevo rumbo en el devenir de los acontecimientos.
RHAENYRA Y ALICENT
Para empezar, la conversación entre Rhaenyra y Alicent en Rocadragón es una invención para la serie de Max, ya que tal encuentro no aparece en el libro. La escena recuerda a aquella en el tercer episodio de la temporada, cuando es la hija de Viserys quien acude disfrazada a Desembarco del Rey, buscando llegar a un acuerdo con la que antaño fuera su amiga. Si en esa ocasión es la Targaryen quien se muestra suplicante, en el octavo episodio los papeles se han invertido.
Mientras que en la serie la reina viuda acude ante Rhaenyra para entregarle Desembarco del Rey, avisándola de cuándo Aemond y Vhagar la dejarán desprotegida, en el libro Alicent no rinde la ciudad de forma tan fácil. El personaje interpretado por Olivia Cooke confiesa querer vivir el resto de sus días libremente, al lado de su hija Helaena y su nieta, que no tienen culpa alguna en ese conflicto.
UN HIJO POR UN HIJO
Pero la ficción no se limita a mostrar la conformidad de Alicent con que Aemond sea destruido por los Negros, alguien que ha comprobado ya que es inestable y cruel, sino que también accede a la muerte de Aegon, por reticente que se muestre al principio. La Hightower acepta el precio que exige Rhaenyra, "un hijo por un hijo", a cambio de salvarse a sí misma y a su inocente hija (y quizá, de paso a Daeron, quien no se menciona en el acuerdo, quizá porque la líder de los Negros desconozca su existencia).
Cabe resaltar que en la serie se ha hecho gran énfasis en la amistad que compartieron ambas mujeres, una relación que no es tan cercana en el libro, sobre todo debido a la diferencia de edad (en el material original Alicent es mucho mayor que Rhaenyra), por lo que los restos de cariño mutuo probablemente muevan a Rhaenyra a la compasión cuando conquiste Desembarco del Rey. En el libro, tras hacerse con la ciudad, la Targaryen mantiene prisioneras a Alicent y Helaena, algo que quizá, a raíz de esta conversación, no suceda así en la serie.
Por otro lado, si bien Aegon abandona la ciudad tanto en la novela como en la ficción, en esta última lo hace acompañado de Larys Strong. Esto hace preguntarse a algunos cuál será el papel del consejero más adelante, ya que en el libro permanecía en la Fortaleza Roja, maquinando contra Rhaenyra una vez esta se instalaba allí.
LA VISIÓN DE DAEMON
Conviene señalar también que un punto clave del episodio 8, la visión de Daemon que conecta con los eventos de Juego de Tronos, no está narrada en Fuego y Sangre. En este sueño destaca además la presencia de Helaena, de cuyos poderes clarividentes hay suficientes pruebas en este episodio pero que nunca se mencionan en el libro de Martin.
Aún más, en el libro no se hace mención alguna a las visiones que tan importantes han sido en el desarrollo del personaje de Matt Smith durante esta temporada. De la misma manera, la novela tampoco hace suponer que Daemon se viese tentado o tuviese intención alguna de reclamar el Trono de Hierro para sí. De hecho, el material original apenas cuenta nada de la estancia del príncipe en Harrenhal.
RHAENA Y ROBAOVEJAS
Otro de los eventos que en el final del octavo episodio contribuyen a preparar el tablero para futuras batallas entre Verdes y Negros es el encuentro entre Rhaena y Robaovejas. Todo parece señalar que la hija menor de Laena Velaryon y Daemon Targaryen al fin conseguirá vincularse con un dragón, algo que, si bien ocurre también en el libro, pasa de forma bien distinta... y con otra bestia implicada.
Así, en el material original Rhaena es la jinete de Alba, una joven criatura de escamas rosas que no llegó a luchar en la Danza de los Dragones y Robaovejas, el dragón salvaje, es reclamado por la semilla de dragón conocida como Nettles. La ficción parece haber eliminado así tanto a Alba como a Nettles, un personaje particularmente importante y querido por los fans del material original. Y todo apunta a que Rhaena será capaz de hacer aquello que desea y participar en la guerra a lomos de una bestia.
OTROS CAMBIOS
Hay más cambios esparcidos a lo largo del octavo capítulo de la segunda temporada de La Casa del Dragón. Por ejemplo, el final de este muestra a Otto Hightower cautivo en una celda, algo a lo que nunca se hace referencia en el libro y los hijos de Aegon y Helaena, Jaehaera y Maelor (quien no parece existir en la ficción) son enviados lejos de Desembarco del Rey.
Además, el último episodio de la temporada ha confirmado algo que para muchos había quedado en el aire: que Fuegosol murió tras la batalla de Reposo del Grajo... Un cambio que resulta importante, ya que en el libro desempeña un papel clave en la muerte de cierto personaje.
Con todo, queda una larga espera por delante antes de descubrir hasta qué punto los cambios introducidos en la serie afectan los eventos establecidos por el material original y si libro y serie terminarán o no de la misma manera.