MADRID, 29 Jul. (CulturaOcio) -
La temporada 2 de La Casa del Dragón ya encara su recta final. Así, el séptimo y penúltimo episodio ha añadido nuevos jinetes a la Danza de Dragones, sumando a la serie personajes que serán clave en una tercera temporada. Y es que Vermithor, la Furia de Bronce y la única bestia capaz de hacer frente a Vhagar, ya ha encontrado a su jinete.
((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))
Al final del sexto episodio, el dragón Bruma encontró por iniciativa propia a su jinete. Precisamente, el penúltimo capítulo de La Casa del Dragón arranca con Rhaenyra enfrentándose a este nuevo señor dragón. Se trata de Addam de Hull, hijo bastardo de Corlys Velaryon que tras una breve conversación jura lealtad a la reina de los Negros.
Que un dragón haya reclamado a su propio jinete, y más siendo un hombre de clase baja, rompe los esquemas de la reina, que había desechado la idea de la Cosecha de Semillas después de la muerte de su lord comandante de la Guardia Real. Pero lo que se antoja como una aberración para los miembros del Consejo Negro y del propio hijo de la reina, Jacaerys, para Mysaria se presenta como una oportunidad. Y es que la confidente de Rhaenyra le propone llamar a todos los bastardos Targaryen de Desembarco del Rey para probar suerte ante Vermithor.
Entre los que acuden a la llamada se encuentra Hugh Martillo, un herrero presentado a lo largo de la temporada que, finalmente, abandona a su mujer e hija, que está gravemente enferma, para acudir a la llamada de su legado Targaryen. Y es que Vermithor termina vinculándose con el hombre de clase baja, no sin antes acabar con la vida de la mayoría de candidatos a jinetes. Lo hace, precisamente, cuando el herrero va a sacrificarse para salvar a una mujer a la que la bestia iba a calcinar y devorar.
Hugh estaba preparado para morir bajo las llamas de la Furia de Bronce, como muchos otros de los candidatos a jinete. Pero es este sacrificio lo que podría haber llamado la atención de la bestia escupefuego. Hugh acepta su destino, gritándole al dragón incluso un "¡Vamos!", esperando su fuego. La valía del herrero frena la ferocidad del dragón, haciendo que el animal le respete.
Y es que cada bestia tiene su propia personalidad y el arrojo de Hugh parece casar con la furia de Vermithor. Este acto de valentía es parecido en cierto modo con Laena Velaryon eligiendo morir bajo las llamas de Vhagar o Rhaenys aferrándose a Meleys para perecer con ella tras lanzarse en un ataque suicida.
¿ES HUGH MARTILLO UN TARGARYEN?
Sin embargo, el valor y arrojo de Hugh no es lo único que consigue crear el vínculo entre el herrero y el dragón. No hay que olvidar que como bastardo de Lord Corlys Velaryon que es, por las venas de Addam también corre la sangre de la Alta Valyria y eso fue determinante para que Bruma lo eligiera como jinete. En el caso de Hugh, su parentesco es directamente con los Targaryen.
De origen humilde, el herrero confiesa que su madre, trabajadora de una casa del placer, tiene el pelo plateado, al igual que él mismo y al igual que los Targaryen. Y es que esta prostituta sería hija del rey Jaehaerys I y, por lo tanto, hermanastra de Baelon Targaryen, el padre de Viserys y Daemon, que serían sus primos.
El rey Jaehaerys y su esposa Alysanne tuvieron 13 hijos. Saera Targaryen, una de sus hijas, era conocida por ser una mujer díscola y promiscua y, según relata Martin, por huir de Desembarco del Rey para irse a Lys para ejercer en una casa de placer, donde dio a luz a varios bastardos. Por ello, es más que probable que Hugh sea uno de esos hijos ilegítimos de Saera.
Y más allá de la importancia de la sangre valyria, imprescincible hasta el momento para montar un dragón, el parentesco entre Jaehaerys y Hugh habría intensificado el vínculo que une al herrero con Vermithor. El rey y abuelo de Hugh fue el último jinete de la Furia de Bronce, por lo que, de manera similar a la unión entre Bruma y Addam, otro de los motivos por los que Vermithor habría elegido a Hugh sería esta conexión cercana entre su último jinete y el nuevo reconociendo en Martillo a un descendiente directo de su anterior dueño.
