ROMA, 20 Abr. (CulturaOcio) -
La Casa de Papel confirmó hace escasos días su regreso para una tercera parte en Netflix. Lo hizo durante un evento que el servicio de streaming celebró en Roma para presentar todas sus novedades y en el que CulturaOcio.com tuvo la oportunidad de charlar con dos de los grandes protagonistas de la serie española: Álvaro Morte, el actor que da vida a El Profesor, y Úrsula Corberó, la interprete que encarna a la temperamental Tokio.
Abrumados todavía por el éxito internacional de la serie producida por Vancouver Media y Atresmedia, y creada por Álex Pina, los dos actores reconocen que no tienen "ni idea" de lo que les espera a sus personajes en los nuevos capítulos, porque todavía no está finalizado el guión de la nueva temporada... aunque ya hay muchas de las ideas escritas y recogidas en lo que ellos mismo definen como "una Biblia" de la serie.
"Ahora mismo yo lo único que sé es que estoy entusiasmado, no sé que está creando Álex Pina en esa maravillosa cabeza que tiene. Pero ayer estuve cenado con él y solo me decía... 'verás lo que viene'. Pero no sé nada", insiste Morte justo antes de que Corberó apostille que esta tercera parte de la aclamada ficción "no está escrita".
Pero las líneas maestras que seguirá La Casa de Papel en su futuro en Netflix sí están negro sobre blanco en una suerte de libro sagrado de la serie. "Hay como una Biblia escrita donde están las cosas pensadas... pero no están los guiones. A mí me huele que va a ser muy guay", dice con entusiasmo la actriz barcelonesa en una entrevista a CulturaOcio.com.
((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))
"Pero no sueltan prenda los tíos", zanja Morte que ya acierta a imaginar dónde estará su personaje al inicio de la nueva temporada. "El Profesor terminó en Palawan, en Filipinas, y a mí me gustaría pensar que no es un tipo ostentoso y que sigue una vida normal allí", apunta el actor que recuerda que su personaje dio el gran golpe a la Casa de la Moneda y "se hizo con todo este dinero más como un golpe al sistema que como para disfrute personal".
"Él está allí tan a gusto dando clase de historia a cuatro niños filipinos mientras corretean por la playa", especula sin lanzarse a adivinar qué es lo que podría hacer que un tipo tan calmado e íntegro como su personaje volviera a delinquir.
"¡Igualito que Tokio!", exclama Corberó, que se imagina a su personaje "cazando mucho, consiguiendo pescado con una lanza y siendo un poco la que trae la comida en la isla". "Me la imagino con Río, evidentemente y muy, muy salvaje. Estará en su salsa", sentencia.