MADRID, 8 Jun. (CulturaOcio) -
El éxito de Chernobyl de HBO ha ido más allá de la pequeña pantalla. El fenómeno televisivo en el que se ha convertido la miniserie ha disparado las visitas a la página de Wikipedia que recoge los datos de la catástrofe nuclear, que de menos de 200.000 visitas en abril, el pasado mes de mayo se registraron más de un millón, tan solo en la página de España. Además también se ha registrado un aumento de las visitas turísticas al lugar donde ocurrió el desastre nuclear en 1986.
Tras el estreno de la ficción, la compañía de viajes SoloEast experimentó un aumento del 30% en los visitantes en mayo de 2019 en comparación con el mismo mes del año pasado, según IndieWire. A raíz del final, emitido a principios de esta semana, el director de SoloEast, Sergiy Ivanchuk, también reveló que las reservas para junio, julio y agosto han aumentado hasta en un 40%, y otra empresa turística, Chernobyl Tour, ha registrado un aumento similar.
Los itinerarios ofrecidos por estas empresas incluyen tours guiados en autobús a la Zona de Exclusión, paradas en pueblos abandonados cercanos, y turismo en la propia ciudad, donde se pueden visitar monumentos de homenaje así como la maquinaria utilizada para la limpieza de la zona. También se puede ver el exterior del cuarto reactor, ahora cubierto por una estructura de contención.
A pesar de que la zona recibe turistas desde la década de 1990, algunas partes del lugar siguen siendo peligrosas, con la entrada restringida. La ciudad abandonada de Pripyat es uno de los lugares más interesantes de la zona, ya que se pueden ver los apartamentos, colegios y hospitales que la gente tuvo que abandonar repentinamente, a menudo bajo la falsa promesa de que podrían regresar tiempo después.
Sin embargo, el peligro es mínimo, ya que se estima que si viajas a Chernóbil en avión, es probable que recibas una dosis más alta de radiación en el vuelo que en el lugar. Sin embargo, hay una serie de reglas que deben seguirse a la hora de visitar Chernóbil, como no explorar por cuenta propia o no tomar fotografías en ciertas áreas restringidas.