MADRID, 16 Ago. (CulturaOcio) -
Matthew Perry, célebre por dar vida a Chandler Bing en la icónica serie Friends, falleció el pasado 28 de octubre a los 54 años. Los informes forenses revelaron que el actor murió ahogado en su jacuzzi tras sufrir los efectos agudos de la ketamina. La Administración de Control de Drogas (DEA) y el Departamento de Policía de Los Ángeles iniciaron una investigación al respecto que ha resultado en cinco imputados, dos de ellos, médicos.
En una rueda de prensa en Los Angeles, el fiscal Martin Estrada ha anunciado que los acusados son parte de "una amplia red criminal clandestina". "Se aprovecharon de los problemas de adicción del Sr. Perry para enriquecerse. Sabían que lo que hacían estaba mal", ha declarado. Según recoge Deadline, entre los cinco imputados se encuentran dos médicos, un asistente personal y una mujer conocida como 'la Reina de la Ketamina'.
Los dos detenidos por el momento son un médico, el Dr. Salvador Plasencia, conocido como 'Dr. P' y 'la Reina de la Ketamina', cuyo nombre real es Jasveen Sangha. Ambos se declararon en un principio inocentes y serán juzgados el próximo 8 y 15 de octubre, respectivamente.
Tal y como se ha desvelado recientemente, conocedor del historial de adicción de Perry, Plasencia se enteró de que el intérprete estaba interesado en obtener ketamina y escribió un mensaje que dejaba claras sus intenciones de aprovecharse de ello. "Me pregunto cuánto pagará este imbécil", rezaba el texto. Por su parte, Sangha fue la vendedora del lote de droga que terminó con la vida del actor.
Perry se encontraba en un tratamiento con ketamina, pero la cantidad encontrada en su organismo superaba con creces los umbrales prescritos por los médicos que se ocupaban de sus afecciones. Según la acusación, el actor habría recibido el día de su muerte varias inyecciones de la sustancia, suministradas por su asistente, Kenneth Iwamasa, quien además habría conspirado en la obtención ilegal de la droga junto a Sangha, Plasencia y Eric Fleming (quien se declaró culpable de los cargos). Por otro lado, el médico Mark Chávez admitió haber vendido ketamina a Plasencia.
El informe de la autopsia de Perry señalaba además que una enfermedad de las arterias coronarias y los efectos de la buprenorfina, medicamento utilizado para tratar el trastorno por consumo de opioides, también contribuyeron a su muerte. Por ahora, la investigación continúa abierta. "Este es un caso muy difícil de reconstruir", dijo una fuente al medio estadounidense, prometiendo avances más adelante y señalando a la posibilidad de que haya más detenciones.