Crueles muertes sacuden La Casa del Dragón antes de que estalle la guerra civil Targaryen

La Casa del Dragón sacude Poniente con tres muertes antes de que estalle la guerra civil Targaryen
La Casa del Dragón sacude Poniente con tres muertes antes de que estalle la guerra civil Targaryen - HBO
Actualizado: martes, 27 septiembre 2022 10:22

   MADRID, 26 Sep. (CulturaOcio) 

   La Casa del Dragón ha superado el ecuador de su primera temporada con el estreno de 'La princesa y la reina', su sexto episodio que, además del ya anunciado salto temporal de diez años, ha removido Poniente con tres crueles muertes que tendrán importantes consecuencias para el futuro de los Siete Reinos.

((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))

   Además de presentar un buen puñado de jóvenes personajes que serán clave en la inminente Danza de los Dragones, el sexto capítulo también ha contado con las versiones más maduras de algunas de sus figuras principales, especialmente de Rhaenyra Targaryen, ahora interpretada por Emma D'Arcy en lugar Milly Alcock, y la reina Alicent Hightower, a la que ahora da vida Olivia Cooke en sustitución de Emily Carey.

   Otra que cambió de rostro fue Laena Velaryon, la segunda esposa del príncipe Daemon Targaryen enarcada anteriormente por Savannah Steyn y que en el sexto capítulo contó con el rostro de Nanna Blondell. Y solo en el sexto capítulo. Y es que la primera gran muerte que sacude el 1x06 de La Casa del Dragón es la de la jinete la colosal dragona Vhagar que, por orden de la propia Laena, calcina a la esposa de Daemon tras el complicado parto de su tercer hijo.

   Se trata de una escena similar en su planeteamiento pero a la vez muy distinta en su resolución a la muerte de la reina Aemma Arryn del primer episodio de La Casa del Dragón, cuando el rey Viserys I ordenó hacerle una cesárea a su esposa para tratar de salvar a su hijo aún incluso a sabiendas que no sobreviviría. En este caso, y ante la misma disyuntiva de salvar al hijo o a la madre, Daemon no consiente que se practique la cesárea que sería mortal para su esposa y, aunque no se especifica bien en la serie, parece que es ella la que toma su propia decisión.

   Tras serle practicada la cesárea, antes que fallecer desangrada prefiere morir calcinada por su amada dragona Vhagar al grito de "¡Dracarys!". Una muerte épica y trágica que deja a Daemon Targaryen sin esposa, libre por tanto para volver a intentar conquistar a su sobrina, a sus dos hijas, las gemelas Baela y Rhaena sin madre y a Vhagar, la bestia alada más grande de la historia de Poniente solo superada por el Balerion (el legendario Terror Negro) sin jinete.

LA MALDICIÓN DE HARRENHAL SE COBRA DOS NUEVAS VÍCTIMAS

   Pero otras dos muertes importantes, y también con el fuego como protagonista, aguardaban en el tramo final de 'La princesa y la reina'. Ambas tienen lugar en Harrenhall y ambas llevan la firma de Larys Strong, el ladino y desalmado personaje del bastón que va cobrando más y más protagonismo a medida que se acerca la Danza de Dragones.

   A la gigantesca fortaleza negra, el castillo más grande de Poniente que mandó construir en su momento Haren el negro --y donde intentó resistir sin ningún éxito los envites de Aegon el Conquistador y su dragón Balerion--, regresa Lyonel Strong, señor Harenhall actual mano del rey, y su hijo mayor, el valeroso Harwin Strong, el caballero apodado Machacahuesos que es el cada vez menos secreto amante de la princesa Rhaenyra y padre de sus tres hijos: Jacaerys, Lucerys y el recién nacido Joffrey Velaryon.

   La situación en la corte se ha vuelto insostenible ya que, además de las constantes habladurías y chismorreos sobre la relación de la princesa y la paternidad de sus hijos, de oscuras cabelleras como las de ser Harwin, el caballero Strong protagonizó una brutal pelea con Criston Cole a cuenta del adiestramiento de los pequeños. Un enfrentamiento que ha puesto en evidencia su ya cuestionada figura y la de su casa y tras el que, para intentar salvaguardar lo que le queda de honor a su linaje, Lyonel Strong decide abandonar la corte y regresar a su feudo.

   Pero tras ellos van tres criminales condenados a muerte que, tras ser liberados de los calabozos de Desembarco del Rey por Sir Larys Strong, hijo pequeño de Lyonel, se cuelan sigilosamente en el antaño ya calcinado castillo y provocan un incendio que acabará con la vida tanto de Harwin como del señor de Harrenhal.

   Orquestando el asesinato de su padre y su hermano mayor, Larys Strong muestra así una falta de escrúpulos tan reprobable como extremadamente útil a la hora de desenvolverse y ascener en el escalafón de los poderes en Poniente. Y es que la muerte de Lyonel Strong significa que quedan vacantes tanto el puesto de Señor de Harrenhal, que ocupará el propio Larys, como de Mano del Rey, que podría volver a la casa Hightower... lo que haría que Larys se anotara un nuevo tanto a ojos de la reina Alicent.

   Y, además, la muerte de Harwin significa la muerte del verdadero padre de los hijos de Rhaenyra Targaryen, al igual que su protector juramentado. Jugada sucia, pero muy lucrativa para el digno sucesor de Meñique en el imaginario de Juego de tronos.

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