MADRID, 18 May. (EDIZIONES) -
House of Cards se ha revelado como la serie política más importante de todos los tiempos. Sin embargo, parece que el equipo de la ficción ha tardado algo en aplicarse el concepto 'igualdad salarial', un logro por el que Robin Wright tuvo que luchar contra viento y marea.
En una entrevista con el Huffington Post, la actriz ha declarado que House of Cards era la serie ideal para reivindicar ese derecho. "Era el paradigma perfecto. Hay muy pocas películas o programas de televisión donde el macho, el patriarca y la matriarca son iguales", comenta.
La actriz (y productora ejecutiva) que encarna a la primera dama Claire Underwood amenazó a Netflix con sacar a bolsa la serie "si no cobraba lo mismo que Kevin (Spacey)".
"Miré las estadísticas sobre Claire Underwood y hubo un momento en la serie en el que era aún más popular que Frank. Saqué partido de ello. Entonces dije: 'Más os vale pagarme o sacaré a bolsa el personaje'. Y me pagaron", ha revelado en su entrevista.
Según Wright, su salario se ha reducido notablemente tras tener hijos con Sean Penn: "Como no trabajaba a jornada completa me encontré con un techo de cristal. Si no luchas contra ello haciéndote respetar te quedas fuera del negocio. Te conviertes en un actor de segunda y no vuelves a salir en los taquillazos".
No es de extrañar que Wright peleara con uñas y dientes su caché para no convertirse en una estrella venida a menos. Al fin y al cabo, conviene tener en cuenta que la actriz, aparte de productora ejecutiva del show, ha aparecido en los mismos episodios que Kevin Spacey, es decir, en los 52 capítulos que tiene House of Cards.