MADRID, 11 Feb. (CulturaOcio) -
El final de Dragon Ball Super, producida por Akira Toriyama, está rompiendo con todo lo visto hasta el momento. Si en anteriores capítulos personajes como Toppo o Jiren alcanzaban una nueva transformación, ahora uno de los participantes que quedaba en pie ha muerto.
((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA PUEDE CONTENER SPOILERS))
Con el objetivo de hacer la competición lo más justa posible para todos los participantes, el Torneo del Poder estableció la 'inquebrantable' regla de no matar a otro luchador, Sin embargo, existe una laguna en la misma norma que no castiga la pena capital como se puede observar en la pelea contra Jiren el en episodio 127.
En el capítulo 127 Jiren lanza una rafaga de ki a Goku y Vegeta, la cual provoca un estallido. Para detenerlo, Androide 17 crea una barrera para detener la gran explosión provocada por el ataque de líder de las Tropas del Orgullo, y así proteger a Goku y Vegeta. Estos a su vez se preguntan qué está haciendo, a lo que 17 responde que deberían agradecerle lo que está haciendo ya que está renunciando al crucero que deseaba para su familia.
Para ganar tiempo, 17 protege a los Saiyan con su barrera, aunque finalmente se echa a reír y se inmola para repeler la espectacular ráfaga de ki de Jiren.
Dado que la muerte de Androide 17 ha sido una autodestrucción, y no una muerte a manos de Jiren, no se considera un quebrantamiento de las reglas. Dicho esto, el Gran Sacerdote no eliminaría al luchador del Universo 11 y tampoco le impondría ningún tipo de castigo.
Androide 17 ha dejado grandes momentos y batallas en el Torneo de Poder. Sin embargo, su muerte no será en vano y podría influir en los sentimientos de un Goku que reposa antes de su gran transformación. A ello hay que sumarle la más que posible eliminación de Vegeta, el cual iniciará una pelea suicida para ganar tiempo en la recuperación de Goku.