MADRID, 20 Mar. (CulturaOcio) -
No hay tiempo para más. Dragon Ball Super está a punto de despedirse de sus millones de entregados fans con su último capítulo. El episodio 131 que revelará quién vencerá en el gran combate final: Goku, el héroe de la saga, o Jiren, un misterioso personaje del Universo 11 que ha sido, sin duda alguna, uno de los grandes hallazgos de la Saga de Supervivencia Universal.
Y es que Jiren dio un giro al concepto de villano de la franquicia, convirtiéndose en un rival a respetar más que en alguien a quien odiar como otros grandes villanos como Freezer o Cell. ¿Un luchador más fuerte que los dioses pero que también es un guerrero sensato y discreto? Esta era la idea que tenían los fans antes de lo que ocurrió en el episodio 130, cuando Jiren se descolgó realizando acciones más despiadadas de las que tenía acostumbrados al público.
Hace algunos episodios, Dragon Ball Super reveló la fuente del poder de Jiren: Tras sufrir una infancia terrible, golpeado por un villano que aniquiló primero a su familia y después asesinó a su maestro, Jiren decidió renunciar a establecer cualquier tipo de lazo emocional con los demás para perseguir únicamente el poder. El luchador Gris solo busca más poder para hacer justicia, para tomarse la justicia por su mano.
Pero su enfrentamiento con Goku, al que desde su visión del mundo él ve como el gran villano, le ha puesto a prueba como nunca antes. Una situación límite en la que todos sus traumas y debilidades quedan al descubierto. Y el desafío del Saiyan ha empujado al hermético luchador a una situación en la que se siente por primera vez vulnerable. Jiren está llamado a superarse a si mismo, a romper con esas barreras y alcanzar un nuevo nivel cuando acepta por completo su debilidad.
Es decir, que sentirse débil y asumir que las heridas del pasado por sus seres queridos siguen abiertas es lo que eleva el poder de Jiren que ahora, despojado de su fachada de frialdad, es todavía un rival más temible. ¿Serán capaces Goku, Freezer y 17 de derrotar al titán gris?