MADRID, 20 May. (CulturaOcio) -
Ni viejas profecías, ni más recientes augurios se cumplieron en el final de Juego de tronos. 'El Trono de Hierro', que así se tituló la entrega final de la serie de masas de la última década, dispensó a los ya bastante escamados fans un final más feliz de lo esperado... pero con varias sorpresas. Y algunas de ellas tuvieron como inesperadas estrellas a dos de las bestias más emblemáticas de la serie, Drogon y Fantasma.
((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))
El Terror Negro, que ya demostró su tremendo y devastador poder en contiendas anteriores, fue protagonista en el pasaje más decisivo de la serie, al derretir el Trono de Hierro con su aliento de fuego después de descubrir el cadáver de su madre, Daenerys Targaryen, segundos después de haber sido asesinada por su amante y sobrino Jon Snow, es decir, Aegon Targaryen.
Especial relevancia tiene no solo el hecho de que Drogón funda el Trono de Hierro y acabe así con este símbolo de poder absoluto, y de cómo este corrompe a los hombres, y gran tótem de la serie, sino también lo que el dragón hace antes y después de que la Targaryen sea asesinada por Aegon.
En primer lugar, cuando Jon, tras visitar a Tyrion, va en busca de Daenerys, Drogón se interpone en su camino... pero finalmente le deja acceder hasta el ruinoso Salón del Trono de Desembarco del Rey donde, sola y sin protección alguna, la khaleesi se recrea ante el trofeo que siempre ha ansiado conseguir.
Después, tras abrasar el Trono de Hierro para asegurarse que si su madre no pudo sentarse en él... nadie lo hará, Drogón toma con sus garras el cuerpo presuntamente sin vida de Daenerys -todo hace indicar que está muerta, pero esto es Juego de Tronos, un universo en el que personajes se han repuesto de heridas más numerosas y más graves que la puñalada en el corazón que recibe la Targaryen- y sale volando muy muy lejos.
Un último servicio a su madre, cuyos restos puede que llevara a descansar a un lugar digno de su linaje, posiblemente a la legendaria Valyria, el hogar ancestral de los Targaryen.
EL REENCUENTRO MÁS ESPERADO
Por su parte, Fantasma reapareció para protagonizar un momento quizá no muy destacado en la trama... pero que sí saldó una cuenta pendiente con los seguidores de la serie. Y es que, tras la fría despedida que Jon le dispensó a su huargo albino después de la Batalla de Invernalia, cuando sin ni siquiera mirar atrás le dejó en manos de Tormund para que lo llevar al Norte, el último capítulo de la serie dejó uno de los reencuentros más esperados en el que, ahora sí, Jon Snow trató con el cariño que se merece al lobo.
Tras matar a Daenerys y ser condenado a vestir el negro y unirse, de nuevo, a la Guardia de la Noche, evitando así la sentencia de muerte que pesaba sobre él tras el magnicidio, Jon Snow llega al Castillo Negro donde aparece, sin una oreja pero con un aspecto bastante saludable, Fantasma, al que Jon recibe con el abrazo y las atenciones que le negó en el pasado.
Y después del reencuentro, Fantasma vuelve a aparecer brevemente en el pasaje final de la serie, ese en el que Jon Snow se dirige al Norte, a las tierras Más Allá del Muro, para guiar a los salvajes, el pueblo libre, que puede regresar a su hogar ahora que el Rey de la Noche ha sido derrotado.