Dune La profecía: La guerra contra las máquinas pensantes, la Yihad Butleriana, explicada

Dune La profecía: La guerra contra las máquinas pensantes, la Yihad Butleriana, explicada
Dune La profecía: La guerra contra las máquinas pensantes, la Yihad Butleriana, explicada - MAX
Actualizado: lunes, 18 noviembre 2024 10:06

   MADRID, 18 Nov. (CulturaOcio) -

   Frank Herbert fue el creador de Dune, una de las más aclamadas sagas literarias de ciencia ficción. Su hijo, Brian Herbert, y Kevin J. Anderson continuaron la franquicia y ellos fueron los autores de una trilogía centrada en un evento que cambió para siempre la historia del universo conocido, la guerra contra las máquinas pensantes, la también conocida como la Yihad Butleriana.

   En el prólogo de la serie se muestran brevemente imágenes de la gran contienda contra las máquinas. Lo hace en un flashback inicial que da paso a otro flashback, más reciente, que presenta a la joven Valya Harkonnen. Y es qe la trama principal de la nueva serie basada en el universo creado por Frank Herbert está ambientada exactamente 116 años después del conflicto que sentó las bases del mundo de Dune.

¿QUÉ ES LA YIHAD BUTLERIANA?

   La Yihad Butleriana es una guerra que libró la humanidad contra la inteligencia artificial: los ordenadores, las máquinas pensantes y los robots conscientes. Unos 10.000 años antes de los eventos de Dune, la humanidad vio amenazada su existencia ante el avance descontrolado de la IA que había creado. Siglo tras siglo, la IA se fue desarrollando y reduciendo gradualmente el trabajo humano, eliminándolo de la vida cotidiana. Los humanos se volvieron débiles y perezosos, volviéndose más vulnerables ante la IA.

   Las hostilidades se iniciaron cuando a 20 humanos les extirparon el cerebro para colocarlo en cámaras de preservación, las cuales podían manejar cuerpos mecánicos cada vez más complejos y peligrosos. Estos fueron los primeros cimeks, y se autodenominaron los Titanes.

   Los Titanes conquistaron el universo en una oleada de violencia. Aunque sus objetivos eran inicialmente nobles, abandonaron sus responsabilidades para perseguir placeres egoístas. Delegaron el gobierno de su imperio galáctico a la inteligencia artificial Ominus que, ante la desidia de algunos de los titanes, especialmente Jerjes, fue expandiéndose hasta que se transformó en una suerte de dios artificial que finalmente los reemplazó y tomó el mando.

    Omnius se expandió por toda la galaxia, matando o esclavizando a todos los que se oponían a él. Durante más de mil años controló lo que se llamaron los Planetas Sincronizados, donde en cada planeta existía una versión independiente de esta superinteligencia informática, pero que estaban sincronizadas entre si gracias a las "naves de actualización".

    Esta casi todopoderosa IA creó robots y máquinas de guerra para intentar anliquilar a la humanidad, logrando inicialmente muchas victorias significativas poniendo a la humanidad contra las cuerdas. La resistencia se organizó logró, sin embargo, contraatacar.

ASÍ VENCIERON LOS HUMANOS

   La Yihad comenzó en la Tierra, donde residía Omnius Prime. En 203 antes de la creación de la Cofradía Espacial (el hecho que marca un antes y un después en la cronología del imaginario de Dune), una política humana e hija del virrey llamada Serena Butler cayó en manos del titán Barbarroja. Se la entregó a Erasmus, un robot obsesionado con estudiar a los humanos.

    Mientras la estudian, Serena se da cuenta de que está embarazada y da a luz al bebé de Xavier Harkonnen, un niño llamado Manion. Erasmus está disgustado, lo que lo lleva a realizarle una histerectomía y matar a su hijo frente a ella. Como venganza, ella ataca y destruye a un robot guardián, provocando una revuelta brutal entre los demás esclavos. Con la ayuda de otro esclavo llamado Iblis Ginjo y el hijo de un titán llamado Vorian Atreides, Serena extendió su sentimiento de lucha y resistencia entre toda la raza humana.

   Esta revuelta de esclavos supuso la muerte de todos los seres humanos de la Tierra, pero condujo a la primera victoria decisiva de la humanidad y el inicio de lo que, tras más de un siglo de lucha, sería su victoria frente a Omnius.

    En la Batalla de la Tierra, la Liga de Nobles humana lanzó naves cargadas con bombas atómicas para acabar con Omnius Prime, y la Tierra se volvió inhabitable. Omnius desató una plaga que acaba con miles de millones de personas, lo que llevó a Vorian a proponer una respuesta nuclear.

    La Liga utilizó tecnología de viaje más rápida que la luz desarrollada recientemente para lanzar pulsos atómicos en todos los planetas ocupados del universo, acabando con innumerables vidas humanas, pero dejando a Omnius varado en un planeta llamado Corrin. En la batalla final de Corrin, donde Abulurd Harkonnen huyó mientras que Demetrios Atreides fue uno de los héroes junto al conde Sheuset Ecevit, un conde de Salusa Secundus descendiente de una tribu convertida en estado-nación llamada los Sardau, la IA Omnius fue finalmente aniquilada.

   Tras la victoria se firmó el Tratado de Corrin en virtud del cual el conde Ecevit se convirtió en el primer emperador Padishah, Sheuset Corrino I. Su familia se convirtió en la Casa Imperial Corrino, llamada así por el planeta Corrin que gobernó durante 10.000 años.

¿QUÉ OCURRIÓ TRAS LA DERROTA DE LA IA?

   Después de que la humanidad ganara la guerra, se desarrolló un fervor religioso contra las máquinas. El mandamiento supremo de la Biblia Católica Naranja, el texto refundacional de toda la galaxia, dice: "No harás una máquina a semejanza de una mente humana". Construir o poseer una máquina pensante, una inteligencia artificial, era un delito castigado con la muerte.

    Y para cubrir el vacío dejado por la tecnología prohibida, los científicos desarrollaron los mentats, humanos entrenados para actuar como computadoras vivientes con percepción y memoria casi infalibles. Cada Casa Noble cuenta con varios mentats con diversas habilidades, cubriendo así la necesidad de tecnología.

    La enorme capacidad para procesar información, datos y crear modelos de probabilidad los hacía especialmente útiles en tiempos de crisis o guerra dada su facilidad para detectar posibles amenazas y para ofrecer consejos tácticos y estratégicos. Un claro ejemplo es Thufir Hawat, el mentat de la casa Atreides en Dune, que en la gran pantalla fue interprtado por Stephen McKinley Henderson en la primera película dirigida por Denis Villeneuve.