MADRID, 6 Dic. (CulturaOcio) -
El atraco al Banco de España ha terminado. La quinta y última temporada de La Casa de Papel ha llegado a su final en Netflix con cinco últimos capítulos cargados, tal y como prometieron sus creadores, de sorpresas. Y es que una serie de inesperados giros hicieron han hecho que el ansiado botín tuviera un recorrido improbable y sorpresivo que ha tenido en vilo a los fans hasta el último episodio.
((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))
Tras 41 capítulos y cinco temporadas, el atraco más épico ha llegado a su fin. El Profesor y la banda lograron, in extremis y fingiendo su muerte a manos de las fuerzas y cuerpos de seguridad, salir con vida del Banco de España. Aunque la baja de Tokio en el final de la primera parte provocó que los fans pensasen que iba a haber más muertes en esta última tanda, no ha sido así, pues tanto Sergio como Lisboa, Río, Denver, Helsinki, Palermo, Estocolmo, Manila, Bogotá y Pamplona sobreviven.
A ellos se unen Marsella y la inspectora Sierra, que terminó aliándose con el Profesor. Pero toca hablar primero del oro, el cual logró salir del Banco triturado en pequeñas bolitas como granos de arroz, que fueron transportadas por las tuberías a presión gracias a la fuerza de una bomba de extracción robada de una plataforma petrolífera del ártico que robaron hace años Berlín, Marsella y Palermo. El lugar remoto en el que, por cierto, conocieron y ficharon a Bogotá y en el que, cinco años antes, ya se estaba poniendo una de las piedras angulares del golpe al Bando de España.
El oro convertido en granos es transportado hasta el Estanque de Tormentas donde Logroño y su equipo lo recogen y lo funden para volver a convertirlo en lingotes.
Cuando el Profesor y Sierra se reúnen con Logroño y Marsella en Estanque de Tormentas, celebrando que han logrado hacerse con el oro, escuchan las sirenas de la policía, han descubierto su escondite. Todos son detenidos por la policía... o era eso lo que ellos pensaban. Porque no hay nada más paradójico que el cazador cazado. Con lo que no contaba el Profesor era que Tatiana y Rafael, el hijo de Berlín, aprovechasen todos los detalles que ya sabían del atraco para, en un número de prestidigitación propio de la familia, hacerles creer que son detenidos por la polícia y arrebatarles todo el oro y así comenzar una nueva vida.
Tatiana y Rafael esconden los lingotes de oro debajo de una casa prefabricad, lo que provoca que tanto el Profesor como el resto de la banda queden completamente desprotegidos. Sin el oro como moneda de cambio y completamente rodeados, Tamayo y sus refuerzos entran en el Banco de España, dispuestos a terminar, por fin, el golpe.
EL PLAN PULGARCITO
La banda cae capturada por el ejercito. Es entonces, cuando todo parece perdido, cuando el Profesor le muestra a Tamayo su último as en la manga y decide entrar en el Banco. Lejos de amedrentarse, Sergio le expone a Tamayo que, realmente, se necesitan mutuamente. "Lo que usted se cree que es el final de la partida, en realidad es solo el principio", le dice el personaje de Álvaro Morte al de Fernando Cayo. Se pone en marcha, en ese momento, El Plan Pulgarcita.
Y es que la banda controla algo que escapa al control de Tamayo: el relato que moldea la opinión pública. Con los medios de comunicación y el público de su lado, además el Plan del Profesor consiste en dejar pistas falsas sobre el botín para destapar que España ha perdido sus reservas de oro lo que hará que su economía se tambalee y la prima de riesgo de su deuda se dispare. El Profesor cuenta, con buen tino, con que los mercados y su voracidad jugarán a su favor: nadie ayudará ni avalará la economía española sin su oro, así que el Gobierno querrá negociar.
La propuesta de la banda a Tamayo es devolver el oro al Banco y que, a cambio, ellos puedan salir con vida. Pero para que el plan pueda salir adelante, Sierra necesita encontrar el oro. Gracias a que asalta, junto con Logroño y su equipo, el registro de propiedad, logran encontrar donde han escondido Tatiana y Rafael el botín. Pero al llegar al lugar, la inspectora se encuentra con la pareja. Sabiendo que esto podía ocurrir, la expolicía le entrega al hijo de Berlín una nota de su tío, el Profesor, con la que logra convencerle de que devuelva el oro... a cambio de una parte del botín.
Pero el plan de el Profesor no acaba allí, por que ningún ladrón se resigna a perder todo su botín. Así, lo que llega al Banco de España no son los lingotes de oro, sino lingotes de latón bañados en oro. Tamayo explota de furia, pero Sergio le convence con un argumento tan descarado como real: de cara al mundo, el oro ya ha entrado en el Banco. Con lo cual, el cambiazo será un nuevo secreto de Estado que servirá para mantener la ilusión económica y calmar a los mercados.
Tamayo acepta, pero para quedar como un héroe, tiene que acabr con la banda. Se escucha un tiroteo y después sale Tamayo para dar una rueda de prensa anunciando la muerte de todos los atracadores, a excepción de Denver, el cual fue detenido antes. Pero todo es una simulación, puesto que el coronel lo que hizo fue sacarlos con vida como parte del trato. Así, toda la banda y la inspectora Sierra, con nuevos pasaportes e identidades, logran salir del país, repartiéndose el oro.