MADRID, 21 Sep. (CulturaOcio) -
Un grupo de 17 escritores, entre los que destacan George R.R. Martin, John Grisham y Jonathan Franzen, han presentado en Estados Unidos una demanda colectiva contra OpenAI, desarrolladora de ChatGPT, por utilizar sus obras de ficción protegidas por los derechos de autor para entrenar modelos de lenguaje de gran tamaño y facilitar la generación de textos que imitan su trabajo.
La demanda presentada por el Sindicato de Autores denuncia "violaciones flagrantes y dañinas de los derechos de autor registrados de los demandantes" y califica ChatGPT como una empresa que "depende del robo sistemático a escala masiva".
"Es necesario que detengamos este robo o destruiremos nuestra increíble cultura literaria, que alimenta muchas otras industrias creativas en Estados Unidos. Los grandes libros generalmente los escriben quienes dedican sus carreras y, de hecho, sus vidas, a aprender y perfeccionar sus oficios. Para preservar nuestra literatura, los autores deben tener la capacidad de controlar si la IA generativa utiliza sus obras y cómo", señala Mary Rasenberger, CEO del sindicato.
"Los diversos modelos de GPT y otras máquinas de IA generativa actuales solo pueden generar material derivado de lo que les precedió. Copian la estructura de las oraciones, el tono, la narración y el contexto de libros y otros textos. Los resultados son meras remezclas sin la adición de ninguna voz humana. La cultura regurgitada no reemplaza al arte humano", ha apuntado Rasenberger.
La demanda cita búsquedas específicas de ChatGPT para cada autor y, en el caso de Martin, alega que el programa generó "un esquema no autorizado y detallado para una precuela" de Juego de Tronos que se titulaba A Dawn of Direwolves (Un amanecer de lobos huargos) y que utilizaba "los mismos personajes de la saga Canción de hielo y fuego".
Otro problema vinculado con el uso ilícito que ha hecho OpenAI de las obras de los autores es que los usuarios del ChatGPT pueden pedirle a este 'chatbot' que "escriba" obras que imiten el trabajo de los autores afectados. Cita como ejemplo el caso de George R.R. Martin y un "intento reciente" de generar los volúmenes 6 y 7 de la saga Canción de hielo y fuego.
La demanda subraya que OpenAI descargó los libros de páginas pirata y posteriormente los copio en la estructura de los modelos GPT 3.5 y GPT 4, que son los modelos que se utilizan para potenciar ChatGPT.
Esta no es la primera demanda que afronta OpenAI. A principios de septiembre, varios autores, entre los que se encontraban Michael Chabon y David Henry Hwang, demandaron a OpenAI en San Francisco por "clara infracción de la propiedad intelectual". En agosto, OpenAI pidió a un juzgado de California que desestimara dos demandas similares, una que involucraba a la comediante Sarah Silverman y otra, al autor Paul Tremblay.
Las objeciones de los autores a la IA han hecho que Amazon cambie sus políticas sobre libros electrónicos. La empresa ahora está pidiendo a los escritores que quieran publicar a través de su programa Kindle Direct que notifiquen a Amazon con anticipación de que incluirán material generado por IA. Amazon ha limitado a los autores a tres nuevos libros autoeditados en Kindle Direct por día, en un esfuerzo por restringir la proliferación de textos generados por IA.