MADRID, 19 Oct. (CulturaOcio) -
La muerte de Ned Stark, la batalla de Aguasnegras, la Boda Roja o la batalla de los bastardos tienen algo en común: todos estos sucesos tuvieron lugar en Juego de tronos en el penúltimo episodio de la temporada. Y parece que, a tenor de lo sucedido en el capítulo 9 de La Casa del Dragón, la precuela tiene previsto seguir esta tradición.
A pesar de la ausencia de algunos personajes importantes como Rhaenyra (Emma D'Arcy) y Daemon (Matt Smith), el noveno ha sido probablemente el episodio más importante de la serie de HBO Max hasta la fecha. El drama se desarrolla a raíz de la muerte del rey Viserys (Paddy Considine), mientras Alicent (Olivia Cooke) difunde su mala interpretación de las últimas palabras del monarca y comienza una búsqueda frenética para encontrar y coronar a Aegon (Tom Glynn-Carney).
Pero, además, otro momento épico llega de la mano de Rhaenys (Eve Best). Después de ser retenida en sus aposentos en la Fortaleza Roja, Rhaenys consigue escapar con la ayuda de Ser Erryk Cargyll. Durante la coronación de Aegon, se cuela en las mazmorras y rescata a su dragona Meleys, irrumpe en la planta superior y destroza todo y a todos a su paso, pero perdona la vida a Alicent y el resto de Los Verdes.
Al igual que ocurre en el episodio, en Juego de tronos también es habitual que los grandes momentos incluyan la aparición de un dragón, algo que aparece también en esta entrega. "Queríamos un momento triunfal para Rhaenys al final de la temporada", explicaron Ryan Condal y Miguel Sapochnik en un featurette sobre esta punto de inflexión del spin-off.