MADRID, 19 Nov. (CulturaOcio) -
Fue en 2010 cuando AMC estrenó The Walking Dead, una serie que marcó un antes y un después en la ficción televisiva en general... y en el subgénero de los zombies en particular. Este año la producción llegará a su fin tras 11 irregulares temporadas y una notable pérdida de audiencia en las últimas entregas.
Según datos de Broadband Choices, fue a partir de la temporada 7, que comienza con la ejecución de Abraham (Michael Cudlitz) y Glenn (Steven Yeun), cuando las audiencias empezaron a descender. La temporada 8 tiene las calificaciones más bajas, y muchos creyeron que esta entrega sería la última y la ficción se despediría tras la Guerra Total de Negan (Jeffrey Dean Morgan).
Sin embargo, AMC continuó, incluso después de que Rick Grimes (Andrew Lincoln) dejara la producción. Los fans acérrimos estarán contentos de que la serie haya llegado tan lejos contra todo pronóstico, pero hay más de una razón para sostener que The Walking Dead debió terminar ya hace tiempo.
LA SALIDA DE ANDREW LINCOLN
Quizá la principal razón por la que The Walking Dead debió terminar hace tiempo es la salida de su protagonista. La historia giraba en torno a Rick Grimes y el grupo que había creado en las anteriores temporadas, por lo que su marcha dejó un enorme vacío en la trama.
Parece que AMC ha querido solucionar esto de cara al futuro de la franquicia y ya se ha confirmado que Rick y Michonne (Dania Gurira) protagonizarán próximamente su propio spin-off.
EL DESPIDO DE FRANK DARABONT
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El showrunner Frank Darabont fue despedido en 2012 por problemas de presupuesto, lo que supusó un gran descenso en la calidad de las tramas. Desde la fotografía hasta el guion, la ficción perdió realismo a partir de la tercera entrega con la marcha de Darabont.
AMC debería haber escuchado a Darabont, que apostaba por temporadas más cortas, más control de calidad, mejor guion y dirección. La deriva que tomó TWD es la prueba de que no fue buena idea despedir a la persona que concibió la adaptación televisiva desde el principio.
LA MUERTE DE CARL GRIMES
Antes de que TWD perdiera a Rick Grimes, la serie sufrió otro duro golpe con la muerte de Carl (Chandler Riggs). Matar a Carl cambió el eje principal de la serie, la historia de Rick Grimes y su hijo, Carl. Más incluso que de Rick, TWD es la historia de Carl, que creció durante el apocalipsis y se suponía que viviría para convertirse en líder.
El objetivo de esta serie era seguir a Rick y Carl hasta el final. En cambio, todos los Grime han abandonado la producción excepto Judith. Ahora los grandes protagonistas son Carol y Daryl, de manera de las últimas temporadas han perdido la esencia del principio.
NO CAMBIAR A LOS SHOWRUNNERS MÁS A MENUDO
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Darabont fue showrunner solo una temporada, mientras que Glen Mazzara fue ascendido para las temporadas 2 y 3. Después de eso, Scott Gimple tomó las riendas y siguió siendo el showrunner durante cinco temporadas: 4, 5, 6, 7 y 8.
En este punto, podría haber sido prudente reemplazar a Gimple y dar un nuevo enfoque a la serie. Pese a que fue un showrunner competente durante los primeros dos años, la calidad disminuyó drásticamente cuando Negan entró en escena, y AMC habría hecho bien en cambiar de rumbo antes de que la temporada 8 comenzara a rodarse.
LA TRAMA DE ALEXANDRIA
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La presencia en la serie de la trama de Alexandria también cambió la esencia de TWD: el grupo de protagonistas pasó de ser nómada a establecerse.
El elenco empezó a crecer, hasta el punto en que había poco tiempo para los personajes principales. El presupuesto destinado a actores hizo que la serie descuidara otros aspectos como los efectos especiales, el guion o la fotografía.
LA MUERTE DE GLENN
La muerte de personajes es inevitable en TWD, pero la ficción cometió un gran error con la muerte de Glenn. The Walking Dead tiene algunos personajes blindados, como Michonne, Daryl y Carol. Todos los demás pueden ser asesinados en cualquier momento. Y aunque la showrunner Angela Kang ha comenzado a eliminar personajes que gustan menos, históricamente The Walking Dead ha matado a demasiados personajes que realmente gustaban al público.
Si bien Alexandria empeoró notablemente la trama, fue la muerte de Glenn lo que marcó el principio del fin, ya que después llegaron dos de las peores temporadas de la producción y la calidad nunca llegó a recuperarse por completo.