MADRID, 28 Abr. (CulturaOcio) -
Toda Invernalia se prepara para la gran batalla del tercer capítulo de la octava y última temporada de Juego de tronos. Miguel Sapochnik, artífice de la Batalla de los Bastardos o de la masacre de Casa Austera, será el encargado de materializar el terror de los Caminantes Blancos ante las puertas de los Stark. Y sobre estos engendros, su apariencia y comportamiento, preguntó con insistencia Arya Stark, coleccionista de rostros y armada con un puñal de acero valyrio y, ahora además, con una nueva lanza de vidriagón.
Las preguntas de la pequeña Stark a Gendry, que compatió algunos espectros y caminantes más allá del Muro, fueron de lo menos comunes: "¿Sabes cómo huelen? ¿Cómo son? ¿Cómo se mueven? ¿Son difíciles de matar?". El bastardo Baratheon, aturdido y confuso con tantas cuestiones, la despacha con un "son la muerte". Todas estas cuestiones son muy útiles para un arma como su colección de rostros. Menos afilado que una daga de acero valyrio, o que su nueva lanza doble, pero más útil para una posible estocada mortal al Rey de la Noche si las cosas se tuercen en la batalla de Invernalia.
No hay que olvidar que Arya aparcó su lista de objetivos para centrarse en defender a los vivos de la gran amenaza. En Braavos se convirtió en servidora del Dios de muchos rostros. "Conozco a la muerte. Tiene muchas caras. Y estoy deseando ver esta". Palabras que afianzan esta hipótesis del robo del rostro de un Caminante Blanco para matar al comandante de las huestes de muertos.
Todos tienen un objetivo común, tal y como se vio en la reunión estratégica de 'Caballero de los Siete Reinos': atraer al Rey de la Noche hacia Bran, su principal objetivo. Arya estaba presente en esa reunión, y además del contingente de los Hijos del Hierro liderados por Theon Greyjoy, la joven Stark aportará su experiencia para intentar liquidar al Rey de la Noche.
